Una de las cosas que caracteriza al nuevo sistema operativo de Apple, OS X Lion, es que no puede ser comprado en una tienda de forma física, sino que obligatoriamente quienes así lo deseen deberán descargarlo en la Apple Store. Sin perjuicio de lo anterior, se ha conversado la posibilidad de que se ofrezca en una unidad USB por $69 usd sólo para quienes deseen disponer de una copia física de este OS.
Antes de hablar de la instalación, hay que decir que el sistema operativo en cuestión pesa cera de 4GB por lo que tomará algo de tiempo descargarlo si no se dispone de una conexión a Internet rápida. Ciertamente descargar 3.49GB es bastante, pero mucho menos de lo que uno tardaba bajando Snow Leopard 10.6.3 que eran 7.3GB y eso se agradece. El menor peso parece encontrar su origen en que muchos de los componentes que antes eran empaquetados por defecto (drivers y otros) ahora se descargan bajo demanda, lo que es bueno y malo a la vez.
La idea de Apple de prescindir de las unidades ópticas no es mala, sino muy buena pues permite hacer de sus productos unos más baratos y acomodarse más a los procesos que viven los usuarios con su OS móvil iOS. No obstante lo anterior, para quienes todavía están ligados a la utilización de discos ópticos, pueden acceder al archivo de instalación (.DMG) y copiarlo a un DVD si así lo desean.
Para copiar este archivo deben ir a la carpeta “Aplicaciones”, se hace clic con el botón derecho sobre el archivo y se escoge la opción “Mostrar Contenido de Paquetes”, vamos a la carpeta “Contenidos”, luego a la carpeta “SharedSupport” y grabamos el archivo “.dmg” en un DVD o unidad USB.
La opción recomendada para quienes se manejen en Snow Leopard es reinstalar el sistema operativo, comenzando por Leopard y luego instalarLion, todo esto en un disco completamente nuevo. Esta es la forma más sencilla de hacer una instalación limpia, pues recordemos el instalador no lo hace por defecto bajo la instalación estándar.
Cuando ejecutemos el instalador de Lion, se nos harán algunas preguntas, se desempaquetarán algunos archivos en el disco duro, se reiniciará el ordenador y luego hará el resto completamente solo. La actualización del sistema es, por lo general, mucho más suave y rápida de lo que Windows ofrece a sus usuarios, aunque puede variar dependiendo de cada ordenador.