Un equipo de investigadores del Centro de Nanotecnología y Materiales Moleculares de la Universidad estadounidense de Wake Forest, acaba de crear un tejido que transformará a las personas en unas baterías ambulantes.
Según el comunicado del Centro de Comunicación de la Universidad de Wake Forest, el Power Felt, nombre que se le ha dado a este nuevo tejido cuenta con propiedades térmicas capaces de convertir el calor del cuerpo en corriente eléctrica.
El Power Felt está compuesto de nanotubos de carbono y fibras de plástico flexible, para parecerse a una tela. Este material utiliza las diferencias en la temperatura como la temperatura del cuerpo frente a temperatura ambiente, por ejemplo, para crear una carga eléctrica.
Según Corey Hewitt, un estudiante graduado de terminar su doctorado en el Centro de Nanotecnología y Materiales Moleculares «Perdemos un montón de energía en forma de calor. Por ejemplo, recuperar la energía gastada por un coche podría ayudar a mejorar su autonomía o usarla para encender la radio, el aire acondicionado o el sistema GPS».
La investigación aparece en la última edición de Nano Letter, una publicación en la que se habla de nanotecnología. Entre los usos potenciales incluyen el revestimiento de asientos de automóviles, material aislante en tuberías o techos o equipos de revestimiento para distintos deportes.
Hasta ahora, el excesivo coste había sido uno de los motivos de la falta de éxito para llevar esta tecnología a productos de consumo masivo. Sin embargo, los investigadores dicen que la solución que acaban de desarrollar podría ser instalada en un teléfono móvil por tan sólo un dólar, por ejemplo.
Por el momento, la Universidad de Wake Forest está en conversaciones con los investigadores para producir comercialmente el Power Felt.