Samsung ha decidido colgar en su blog oficial un artículo en el que se cuenta cómo actuó la compañía para mantener en secreto todo el proceso de creación de su nueva joya de la corona, el Samsung Galaxy S III. Un texto interesante que nos muestra las estrategias que utilizo la marca coreana para evitar filtraciones, que al fin y al cabo, llegaron en parte.
En un mercado tan competitivo como el de los smartphones, evitar las filtraciones de tus nuevos proyectos es esencial para conseguir sorprender tanto a los usuarios como a la competencia. En algunas empresas se han dado auténticos casos de espionaje industrial en toda regla. Para evitar esto, la mayoría de fabricantes tiene un estricto código de normas con el fin de salvaguardar en secreto los avances que se realicen dentro de sus oficinas y fábricas.
A colación de esto, Samsung acaba de colgar en su blog oficial un artículo en el que nos explican cómo han conseguido mantener en secreto todo lo que rodeaba al Galaxy S III, su nuevo buque insignia. Aunque al final hubo algunas filtraciones, seguramente deliberadas, lo cierto es que el proceso de creación del teléfono se llevo a cabo en el más absoluto de los hermetismos. De hecho, solo unos cuantos trabajadores de Samsung conocían como iba a ser el teléfono, evidentemente, los encargados de crearlo y diseñarlo.
Es curioso, por ejemplo, como la imposición de no poder sacar imágenes ni dibujos del teléfono durante su proceso de creación obligó a los ingenieros y diseñadores a ser ellos mismos quienes explicasen, de la mejor manera posible, cómo era el teléfono y que necesitaban de los otros departamentos de Samsung. El proceso fue complicado, ya que los demás departamentos tenían que trabajar sobre estas descripciones, que muchas veces eran ciertamente desconcertantes.
De la misma manera, la compañía trabajaba en tres prototipos diferentes para el Galaxy S III, solo con el fin de despistar a quien quisiera filtrar alguna imagen. Los teléfonos eran siempre transportados en cajas de seguridad, aunque solo tuviesen que ser llevados a una habitación contigua. Así mismo, enviaron los prototipos finales ocultos en unas carcasas falsas, también para despistar por si alguien que no debía se hacía con uno de ellos. Toda precaución es poca, debieron pensar en Samsung.