El día 1 de Enero da comienzo el nuevo año para casi todos, menos para el mundo tecnológico, cuyo cambio se contabiliza el 8, coincidente con la primera jornada del CES, la feria de electrónica de consumo más importante del año, y que sirve de presentación para poder provar lo que tienen preparadas la gran mayoría de grandes empresas y fabricantes de la actualidad.
Durante estos días, seguramente habéis sido bombardeados con mil y una entradas sobre diferentes dispositivos, con vídeos de presentación y con algunas de las prendas que nos ha dejado la feria, la cual terminaba hoy. Un servidor ha estado muy atento a este bombardeo, y aunque no es la primera vez que digo que no me gusta hablar de hardware a no ser que lo tenga en las manos, sí veo oportuno ofreceros un resumen de lo que se ha debido vivir en estas cuatro largas jornadas en la ciudad del pecado, con las claras tendencias que han pegado fuerte y que vaticinan la perspectiva (al menos desde el punto de vista del fabricante) de lo que será la electrónica de consumo a lo largo de este año (y previsiblemente en siguientes).
El año de los gadgets
No es la primera vez que oigo esta frase, y seguramente no será la última. En un mundo en el que el usuario medio tiene por lo general un ordenador de escritorio, un móvil y si eso una tablet y/o un portatil, parece que lo único que se puede pedir es integración entre ellos o nuevos elementos que agreguen información a éstos.
Y aquí es donde entran los gadgets. La CES 2013 nos deja con la miel en los labios: pulseras, registradores de actividad y smartwatches.
Pudimos ver para todos los gustos, desde pequeños monitores como Withings, que registran nuestros hábitos, permitiéndonos crear el «yo cuantificado» que parece triunfar socialmente (no hay más que ver apps como Foursquare), pasando por pulseras del tipo de Fitbit Flex (imagen superior), que siguen el mercado abierto por Nike, hasta la revolución de los relojes de pulsera, que se alzan como auténticos centros de notificación, además de incluir características tan versátiles como GPS, capacidad de enviar tweets o hacer check-in.
Sobre si estos elementos pasarán a ser un «must have«, un servidor es reacio, debido principalmente a la rápida evolución de los dispositivos móviles (quizás los phtablets sean el mejor ejemplo), aunque no descarta el interés que suscitan los smartwatches como Pebble, un ejemplo de proyecto que vio la luz gracias a Quickstarter, y que ahora es una realidad consolidada.
Pantallas más grandes sí o sí
Quizás una pantalla de 60″ para un televisor sea grande, pero no llame tanto la atención. Pero qué hay si os hablo de la Samsung UN85S9, de 85″. Y si no os parece suficiente, llega Lenovo con una tablet de más 20″ ¡20″!
¿El por qué? Como sustituto del ordenador de escritorio, y de paso para sustituir a la mesa que lo sujetaba. El vídeo no tiene desperdicio.
En este sentido, su uso lo veo más bien escaso (está claro que movilidad con los más de 7 kilos de peso no es que tenga mucha), enfocado claramente a mercados profesionales (diseñadores, arquitectos), o como mucho a oficinas que quieran tener unas mesas muy caras y funcionales.
Dejando de lado las escentricidades, lo cierto es que las pantallas tienden a crecer más aún este año (se baraja las 5″ como dimensiones comunes en smartphones), algo que en parte de es de agradecer, aunque espero que la vida útil de las baterías siga el nivel y no se sienta disminuida.
También empieza a tomar importancia el 4k. Después del fiasco de años posteriores con el 3D, esta tecnología de super HD tiene mejor pinta, sobre todo unida a la potencia de televisores inteligentes.
Pantallas flexibles
Y el último Trendic Topic lo ocupan las pantallas flexibles, basadas en la tecnología OLED, y que prometen mejorar la inmersión en lo que estamos haciendo. Los dos principales fabricantes: Samsung y LG, aunque no tardarán en salirles competidores. La lucha está servida.