NetWorkWorld se hacía eco esta semana de una investigación llevada acabo por Thomas y Jeff Robble, trabajadores de Mitre, destinada a dotar a los dispositivos móviles de una conexión Global Handset Proxy que les permitiría comunicación VoIP y mensajería aún sin la red de datos de los operadores.
El proyecto SPAN (Smart Phone Ad-Hoc Networks) modifica la configuración de los chips WiFi de nuestros dispositivos mediante un módulo de enrutamiento Plug&Play (es decir, sin configuraciones previas dependientes del ordenador de casa), permitiéndoles trabajar como nodo (router), de manera que otros que estén cerca también hacen lo mismo y, al conectarse entre todos, forman una gran red de malla AdHoc (no existe por tanto nodo central, sino que todos los nodos tienen la misma importancia).
La idea no es nueva. De hecho, ya venimos usando Ad-Hoc en muchas redes privadas, tanto caseras como profesionales, pero es la primera que intenta beneficiarse de esta capacidad para crear una red global, y tendría como objetivo potencial permitir la comunicación después de catástrofes que podrían echar por tierra la infraestructura de datos actuales (un terremoto, por ejemplo).
Para ello, se ha partido del kernel de Android haciéndolo compatible con la API de extensión wireless de Linux, y ya cuentan con una aplicación en Google Play, así como el repositorio del proyecto en GitHub para todos aquellos desarrolladores que les interese empezar a cacharrear con el framework (se calcula que ya hay más de 500 proyectos secundarios).
Las pruebas iniciales son prometedoras (señales desde hasta 30 metros de distancia, y conexiones simultáneas sin sobrecarga de 30 terminales).
Ahora suma este protocolo a la ingente masificación de móviles, portátiles y tabletas disponibles en una ciudad, y en definitiva en países desarrollados, y da como resultado una red tan factible como la actual centralizada.
La seguridad sería un punto a pulir, así como la concienciación de la población (que deberían tenerlo activo, con el gasto de batería extra que se supone), pero hablamos de permitir conexión en casos de catástrofe (o incluso de privación de la misma por gobiernos), y se me ocurre que unido a la red de datos actual, podría suministrar un plus de velocidad y transferencia si éstas dos trabajasen en paralelo (como ya ocurre con el GPS y el aGPS).
Os dejo con el vídeo de presentación del proyecto en el BlackHack 2012: