A la batalla legal que mantienen Apple y Samsung desde hace algún tiempo parece que se une un nuevo actor que puede tener mucho que decir. Además este nuevo contendiente no es pequeño que digamos aunque ahora parezca que está en horas bajas. Se trata de Nokia, y su entrada en la batalla que protagonizan la firma norteamericana y la firma coreana la hace tomando partido desde un principio.
Todos sabemos que la batalla que están dirimiendo Apple y Samsung en los tribunales viene de tiempo atrás, tanto que ya hay sentencias de tribunales favorables para una y otra compañía, por ejemplo Apple consiguió que Samsung tuviera que pagarle más de 1000 millones de dolares por infringir una serie de patentes aunque no consiguió que se paralizara la venta de los productos de Samsung que infringían dichas patentes.
Y en este punto es donde entra Nokia, y lo hace tomando partido por Apple. Resumamos un poco la situación. Hasta el día 19 de febrero la empresa norteamericana y la coreana tenían de plazo para presentar un «amicus curiae». Esto no es más que un documento elaborado por un tercero que no esté involucrado directamente en el caso y en este caso ha sido Nokia la que ha entrado en escena y lo ha hecho tomando partido por Apple.
Uno se pregunta cuales han sido las razones para que Nokia entre de esta manera en un proceso que en principio ni le va ni le viene y lo haga tomando partido por uno de los contrincantes. Pues es muy sencillo, Nokia lo que persigue es que las normas de patentes y diseño no se infrinjan por ninguna compañía y esto lo hace porque ella misma es la propietaria de muchas patentes y diseños que podrían verse perjudicados en un futuro.
Parece que el culebrón sigue adelante y si no faltaban ingredientes que hiciera esta pelea entre dos grandes compañías se añade uno más que le da más picante al asunto. Ahora no es cuestión de dos compañías peleándose en los tribunales sino que ahora se alían. La postura de Nokia es entendible pues lo que hace es ponerse del lado de la empresa que a priori y aparentemente defiende más la propiedad intelectual de las empresas frente a la otra empresa que parece tener una política más laxa ante ese asunto. No obstante todo en el fondo son apariencias y a los consumidores lo que realmente nos convendría es que dejasen toda esta lucha y quien ganase la batalla lo hiciera en el mercado por tener un producto mejor y más innovador que la competencia. Siempre claro está respetando las leyes vigentes.