Los fabricantes suizos miran de reojo los nuevos productos de Apple en el mercado de la relojería aunque de momento no parecen demasiado preocupados por esta incursión del gigante informático en su feudo.
La empresa de Cuppertino ha sido bastante recelosa hasta ahora al no querer mostrar ningún secreto de sus proyectos de reloj inteligente o smartwatch, una herramienta multiuso que sería el complemento o accesorio perfecto para un iPhone.
Jérome Bloch, responsable de moda masculina en la oficina de estilismo parisina Nelly Rodi, se espera en cualquier caso una revolución en el mundo de la relojería ya que otros gigantes de la tecnología, y no solo Apple, se han puesto manos a la obra.
Sin duda, los relojes inteligentes o smartwatch van a llamar la atención de toda la llamada generación Y, que no son otros que los jóvenes nacidos entre los años 1980 y 2000, pero también a los amantes de los productos de lujo, que suelen ser grandes consumidores de tecnología.
Desde distintas firmas de tendencias se opina sobre este tema que “Va a ir muy rápido”, sobre todo teniendo en cuenta la gran capacidad de Apple para dar el golpe a nivel de marketing.
Recordemos que los de Cupertino, que dispone de ingentes recursos y medios, ha cambiado el paisaje de la música, antes de hacerlo en la telefonía, destronando al hasta ese momento referencia en el mercado, el finlandés Nokia.
De todas formas en las estribaciones de los Alpes suizos, los planes de Apple en el campo de la relojería no parecen inquietar demasiado, al menos por el momento.
“Sería pretencioso pensar que este tipo de reloj no le hará la competencia a los relojes suizos”, dice Jean-Claude Biver, presidente de Hublot, una de las marcas de prestigio del grupo de lujo francés LVMH.
“Pero lo que es cierto es que no le harán la competencia a los relojes suizos de alta gama, que son la gran parte de las exportaciones del páis helvético”, sostiene este veterano de la industria relojera suiza.
Para hacernos una idea, los relojes de más de 500 francos suizos (401 euros) cuando salen de fábrica, que se venderán a más de 1,000 francos suizos, representan actualmente el 87% de las exportaciones relojeras helvéticas.
Estos relojes inteligentes podrían afectar a marcas y gamas más asequibles como las pertenecientes al grupo Swatch, número uno mundial del sector
En una entrevista concedida a la revista l’Hebdo en el salón de los relojeros de Basilea, su patrón, Nick Hayek, parece “tranquilo” e incluso aseguró que le ha abierto las puertas de su empresa a los ingenieros de Apple.
Aunque la marca de los relojes de plástico (Swatch) es una de las más emblemáticas del grupo relojero, los ingresos del grupo Swatch dependen en gran medidad de los resultados de sus relojes de lujo, y en particular Omega, la famosa marca de James Bond.
Ya en los años 70, la relojería suiza atravesó una crisis por no haberse anticipado a la revolución que venía de japón con los relojes de cuarzo. “Los relojes suizos forman parte de los raros accesorios de lujo masculinos y se diferencian mucho de los relojes de baja gama fabricados en China”, explica Thomas Chauvet, analista del Citigroup.
Aunque no parece que la llegada de los relojes inteligentes vaya a suponer una gran revolución. los relojeros suizos no quieren dormirse en los laureles. Por eso marcas como Tag Heuer, propriedad de LVMH, ha empezado a interesarse por el segmento de los smartwatch al iniciar un proyecto de colaboración con Oracle.
La marca patrocinadora del equipo “Oracle Team America” para la Copa de la América, ha desarrollado un reloj capaz de dar a cada uno de los miembros del equipo del barco informaciones diferenciadas, tanto desde la inclinación del barco como la dirección del viento.
Este reloj ha sido producido en una pequeña serie y no será comercializado pero es un primer paso de la tradicional industria relojera suiza hacia el mundo de los smartwatch