Hoy nos vamos a centrar en el análisis del nuevo terminal de HTC. Un terminal que deriva del ya famoso y buen teléfono HTC One. La derivación que HTC nos propone desde su hermano mayor es en la línea que está de moda últimamente y que no es otra que proporcionar una versión Mini del buque insignia de cada marca. La palabra Mini no solo afecta a las dimensiones del dispositivo sino que afecta a dos puntos que también deben importarnos. Por un lado una versión Mini significa prestaciones y especificaciones técnicas más ajustadas y por otro lado un precio también más ajustado.
Diseño
Generalmente HTC siempre ha realizado diseños y construcciones dignas de mención en casi todos sus productos. Esta excelencia en la construcción y materiales usados por los taiwaneses ha llegado a su máxima expresión en el terminal tope de gama de la marca, el HTC One. En el caso del terminal que hoy nos atañe se ha llegado a un compromiso que creemos adecuado entre la reducción del coste y los materiales usados para construir el HTC One Mini.
La carcasa trasera de aluminio se ha mantenido, sin embargo el teléfono está rodeado de un pequeño marco de plástico que disminuye la sensación de calidad del HTC One Mini, aunque no demasiado. Al mantener la parte trasera de aluminio, como ya hemos dicho, la suavidad proporcionada por este material a la parte trasera del terminal es excepcional y es uno de los puntos fuertes del HTC One Mini en cuanto a diseño ya que hace que se sienta como si cogieras un terminal de los denominados «premium». El plástico, introducido por HTC para abaratar costes y reducir peso (122 gramos frente a los 140 gramos del hermano mayor), se hace casi imperceptible cuando se está usando el teléfono de manera normal.
La parte frontal del HTC One Mini es muy similar a la de su compañero de gama aunque hay que decir dos cosas. Por un lado tenemos un tamaño más pequeño de los altavoces delanteros que como vemos se mantienen. Por otro lado el acabado de la rejilla que cubre los dos altavoces da una sensación demasiado tosca debido a su acabado pareciendo este más industrial y menos refinado que en el HTC One. Lo primero es consecuencia del menor tamaño que presenta el HTC One Mini y lo segundo es consecuencia de la reducción en costes que ha adoptado HTC en el diseño de este nuevo terminal.
En los laterales encontramos los botones de control de volumen y en este detalle por ejemplo es donde vemos que más ha recortado HTC. En el caso del terminal Mini encontramos unos botones imprecisos y cuyo diseño les hace difícil de encontrar cuando no se mira directamente el teléfono, como por ejemplo durante una llamada. Esto no es así en el HTC One original y es un punto donde la diferencia entre el terminal Mini y el normal se hace más patente.
Quitando estos pequeños detalles el diseño del HTC One Mini nos parece muy adecuado manteniendo las mismas líneas que su hermano mayor y aunque presente ciertos detalles algo menos «premium» se toleran por la diferencia de precio y porque han sido elegidos en apartados que no son demasiado destacables en el uso habitual y diario del smartphone analizado.
Especificaciones
Como ya todos sabéis y os contamos el mismo día de la presentación del HTC One Mini el procesador que incorpora el nuevo terminal de HTC es el Qualcomm Snapdragon 400, un procesador de gama media que con sus dos núcleos es capaz de mover Android 4.2.2 Jelly Bean. Gran parte de culpa de que la experiencia de uso del dispositivo sea más que correcta es el giga de memoria RAM que posee el terminal. La pantalla como ya os hemos contado también es de 4,3 pulgadas con una resolución HD de 1280 x 720 fabricada con tecnología S-LCD3, la densidad de pixeles de la misma es de 341 ppi. Esta densidad de pixeles proporciona una imágen lo suficientemente nítida como para que el ojo humano no distinga entre los pixeles que forman la imágen al superar la barrera teórica de los 300 ppi.
El almacenamiento interno del HTC One Mini se queda en una única versión con 16 GB de capacidad siendo una de las pegas más grandes del terminal que éstos no son ampliables de ninguna forma. Además de los 16 GB hay que tener en cuenta que la capacidad que queda libre para el usuario es de solo 12 GB.
En cuanto a conectividad el HTC One Mini viene bien servido. Por un lado presenta GPS apoyado por GLONASS (Sistema ruso equivalente al GPS americano). La conexión WiFi incorporada en el HTC One Mini se queda en WiFi 802.11n sin llegar a incluir el nuevo 802.11ac que aunque no es importante a corto plazo si que puede ser una perdida para aquellos que compren un router en el próximo año.
En lo referente al Bluetooth el HTC One Mini es compatible con la versión 4.0 del estándar y soportando el modo de bajo consumo del mismo. Además incorpora los codecs apt-X cuya función es mejorar la calidad de la música reproducida a través de Bluetooth A2DP.
Lamentablemente la conectividad NFC ha sido eliminada del HTC One Mini aunque con la lentitud con la que se está extendiendo esta tecnología por ahora tampoco lo vemos un handicap en contra del HTC One Mini. El nuevo terminal de HTC sí que es compatible con el Medialink de HTC que sirve para visualizar el contenido de la pantalla del HTC One Mini en pantallas de mayor tamaño como la de los televisores. Además HTC ha incluido el protocolo DLNA nativo en el terminal por lo que compartir contenido multimedia también es sencillo sin el dispositivo Medialink propietario de la marca.
La batería del HTC One Mini ha disminuido su capacidad en comparación con el hermano mayor pasando a ser de 1800 mAh desde los 2300 mAh del HTC One. A pesar de una menor capacidad y pensando en un tamaño de pantalla menor y un procesador que en principio debería consumir menos podríamos llegar a pensar que la autonomía no debería verse afectada.
Sin embargo si pensamos eso estamos equivocados. En nuestras pruebas la autonomía del HTC One Mini, una vez hechas las preceptivas primeras cargas y una vez estabilizada la duración de la batería, se ha mostrado muy justa. Siempre hemos sabido que HTC y las baterías no se han llevado demasiado bien y en nuestras pruebas esto se ha confirmado y llegamos a la conclusión que lo que realmente consume una cantidad excesiva de batería es la pantalla.
Con un uso normal del dispositivo podemos llegar al día de uso casi sin problemas pero si damos un uso excesivo a la pantalla del dispositivo necesitaremos una doble carga al día.
El módulo de la cámara del HTC One Mini es el mismo que el que ha montado HTC en su buque insignia. Por tanto la tecnología del Ultrapixel también la encontramos en el terminal Mini de la marca. Eso sí, en el HTC One Mini no encontraremos el excepcional sistema de estabilización óptica que podemos encontrar en el HTC One. Como ya os hemos contado la menor resolución de la cámara, que como en el caso del HTC One llega a los 4 Mpx, no es ningún problema a la hora de tomar fotografías habituales en un móvil y las consecuencias de usar un tamaño de pixel mayor la hacen muy apetecible.
Además HTC ha incluido HTC Zoe, un sistema por el que se permite al teléfono tomar pequeños videoclips y realizar disversas opciones sobre el mismo. Además de esta funcionalidad el software de la cámara es extremadamente versátil y fácil de usar. El software de control de la cámara nos da la posibilidad de cambiar la exposición, el contraste y la nitidez, así como habilitar el modo HDR a través del menú en pantalla.
Software y experiencia de uso
El sistema operativo que incorpora el HTC One Mini es Android 4.2.2 Jelly Bean acompañado como no podía ser de otra forma por Sense 5.0 y BlinkFeed. Estos dos últimos apartados ya lo conocemos por su presencia en su hermano mayor HTC One. A modo de resumen el BlinkFeed no es más que la pantalla de inicio, completamente personalizable mediante las preferencias que le indiquemos en un inicio al sistema operativo, desde donde podremos acceder a todas las noticias, actualizaciones, etc.. de una manera sencilla e intuitiva que recuerda a los azulejos o tiles de Windows Phone.
Toda esta interfaz es movida con notable soltura por el procesador y memoria RAM incorporada por el HTC One Mini. El sistema no presenta el más mínimo lag en las transiciones que nos propone HTC en su Sense 5.0. Y las aplicaciones en su mayoría corren de manera fluida. Si bien es verdad que el dispositivo no está diseñado para ejecutar los juegos de última generación ya que como hemos indicado en el apartado Hardware la GPU es una simple Adreno 305 que cumple para el manejo de la interfaz y los efectos 3D de ésta pero no se le puede pedir más.
HTC si que ha incorporado y en algunos casos ampliado todas las novedades presentes en la versión 4.2.2. de Android. Es una pena que el HTC One Mini no salga al mercado con Android 4.3. pero se entiende dado que esta última versión de Android ha sido presentada hace poco más de 2 semanas.
Conclusiones
Lo que nos gusta del HTC One Mini:
- Gran diseño
- Pantalla de alta resolución
- No necesita más potencia de CPU
Lo que no nos gusta del HTC One Mini:
- Batería pobre
- No tiene estabilización óptica en la cámara
- Almacenamiento demasiado bajo