De momento, las nuevas generaciones de iPhone, en el momento de su presentación, habían tenido como referencia de precio el coste de su antecesor en el mercado. De hecho, iPhone 5s, aunque marcó una excepción porque del iPhone 5 no queda rastro en el mundo Apple, cuesta lo mismo que costaba este último cuando lo presentaron como novedad al mercado.
Esta política ha funcionado bastante bien porque permite al consumidor ver al iPhone ya no como un objeto de lujo, sino como algo un poco más asequible, y además ha permitido al tiempo, que la rebaja que se aplica a los antecesores haga que las ventas de la gama en general aumenten.
Sin embargo, cuando uno mantiene precios año tras año, como lleva haciendo Apple con iPhone, tiene que tener en cuenta factores como la inflación, el crecimiento de costes, la inversión en innovación y los nuevos y mejores componentes. Y llega un momento en el que las cuentas no salen. Es más, el margen de beneficios de Apple en el caso del iPhone 5s es ya claramente menor que en el caso del iPhone 5.
Así, no son pocos los analistas que consideran que esa política, la de vender el nuevo terminal al precio del antiguo tiene ya los días contados, y que el teléfono que va a marcar un precio diferente, por supuesto más elevado, será el próximo iPhone 6. Aunque la verdad, viendo los prototipos que se filtran y todas sus novedades, tampoco me extraña mucho.
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Ese es el cell que mas me gusta no excisten ninguno como ese ni gaxlaci ni ninguno