Los lentes son uno de los artículos que siempre estarán de moda, cambian de diseño sí, pero siempre serán un artículo que se basará en un marco y los vidrios ópticos (que pueden ser de distinto material). ¿Por qué decimos todo esto? Porque es muy probable que muchos se pregunten ¿Cómo usaré los Google Glass si uso lentes ópticos? Para ellos la respuesta está aquí.
El hardware de los Google Glass no ha cambiado, por lo que seguirá teniendo un costo «elevado», por ello el pretender utilizar la tecnología en cuestión usando lentes ópticos con aumento puede tornarse una pesadilla hasta ahora, donde Google anuncia la salida de una especie de Google Glass compacto que se adapta a los lentes ópticos que utilizamos (y que nos hace parecer a «Soldado Universal»).
La nueva idea permite comprar los marcos (donde acoplaremos Google Glass) y escoger hasta el color que queramos para ellos, a lo que deberemos sumar unos $150 por ello. La línea «Titanio» tendrá cuatro variantes, cuales son curvos, delgados, split y bold. Todos esto productos serán mostrados pronto en San Francisco, Estados Unidos.
Si buscamos comprar los «bold» no podremos escoger el color, pero al menos estaremos en posición de elegir cuatro variantes que lo harán parecer distinto al resto. El precio internacional que se ha tasado para el producto es todavía un misterio, pero generalmente los marcos de estas características salen unos $250, mientras que los lentes suman otros tantos dólares más.
La apuesta que ha hecho Google es clara, quieren cambiar el estándar de las personas, para ello comercializan a modo de prueba un producto exclusivo como éste y luego sacan variantes más baratas con las que dotar a millones de persona en todo el mundo… al punto que luego cualquier se preguntará ¿Por qué comprar lentes normales si puedo usar unos Google Glass por el mismo precio?
Lo que tenemos que preguntarnos es, si nos obligaran a usar lentes por ser cortos de vista o para el descanso durante la lectura ¿Escogeríamos unos Google Glass? Si la respuesta es sí, habría que darle la razón a Google entonces.
Quienes no gusten de los lentes, siempre podrán comprar la versión regular de Google Glass, mientras que la miopía que tengan la operarán con láser o algún otro método disponible. Para nosotros la tecnología vale la pena, pero no como para usarla en todo momento, pues parece algo incómoda y dependiente, es decir, al final dejaremos de ver las cosas con naturalidad y nos esclavizaremos a un sistema donde todo depende de la red y su contenido.