Microsoft ya ha comenzado a dar muestras de lo que es su última actualización para la consola de nueva generación Xbox One. Los cambios que se han visto se relacionan con la administración de contenido, compatibilidad con teclados USB y más.
Microsoft comenzó el 14 de febrero a enviar su actualización para Xbox One, apenas 3 días después de lo que se tenía previsto inicialmente por la compañía. Hay que recordar que la primera actualización tuvo lugar hace unos dos meses aproximadamente, ello para solucionar cuestiones menores.
Algunas de las cosas que se pretenden con la nueva actualización para Xbox One en febrero 2014 son:
Administración de espacio
Ahora se podrá ver cuánto del espacio que ofrece el disco duro podemos utilizar, de forma que se pueda administrar de mejor manera por el usuario. También se ha mejorado la línea de instalación, lo que permite un manejo más prolijo de las instalaciones que quedan «pendientes» o «en cola».
El icono de «Mis juegos y Mis Aplicaciones» ha sido separado en dos listas diferentes, por lo que pueden crearse listas de instalación y «colas» indistintamente una de otra. Los jugadores pueden también escoger el orden en que el contenido de cada una se cargará con un indicador de progreso para rastrear las actualizaciones.
Indicador de batería
Este es uno de los aspectos que más se extrañó por los jugadores de Xbox One en el lanzamiento de la consola, pues no había indicador de batería ni nada. Ahora se podrá ver a la derecha de la pantalla de inicio y así estar más pendiente de cuánta vida nos queda para el uso de los controles.
Teclados USB
Quizás esta es la parte más «entretenida» para los jugadores, quienes ahora podrán disfrutar del uso de teclados por medio de los puertos USB, en caso de no tener SmartGlass o desear navegar con la consola, etc.
Otros detalles de la actualización
La mayoría de quienes se han encantado con la configuración de energía de Xbox One «Instant On» y juegan seguido prendiéndola con el comando de voz «Xbox On» (en caso de tenerlo en inglés, pues en español no puede hacerse todavía), comenzarán a recibir la actualización mientras la consola esté en «reposo» de forma automática.
En caso de que esta funcionalidad no esté activada, el sistema consultará directamente al usuario cómo proceder con la actualización, por lo que habrá que descargar e instalar manualmente.
La nueva actualización de Xbox One se espera llegue el 4 de marzo, justo antes de que tengamos posibilidad de jugar Titanfall.