La verdad es que en ciertas ocasiones las compañías hacen caso omiso de las señales que les da claramente el mercado. Y precisamente por ello se llevan unos cuantos batacazos. Me viene a la mente Nintendo, porque fue la última en caer al suelo con su empeño en que Wii U debía gustar a los usuarios. No gustó. Y por mucho que se empeñaron sigue sin gustar. Y en el caso de Apple, con su terminal de segunda, el iPhone 5c parece estar pasando un poco más de lo mismo.
De hecho, no es ningún secreto que las ventas del iPhone 5c no son buenas. Es más, son pésimas y el mismo Tim Cook aseguró que eran bastante más bajas de lo esperado. Y aunque la estrategia de una bajada global del precio del smartphone ya se tocó en prácticamente todos los mercados y en todos los segmentos de ventas, no ha funcionado del todo. Y en lugar de desistir, porque no parece que los iFans vayan a cambiar de idea, Apple ha decidido jugárselo todo a una carta y crear una gigantesca campaña de publicidad para impulsarlo.
Bajo mi punto de vista el iPhone 5c fue un terrible error. En realidad se trata de un terminal que no es muy diferente del iPhone 5, que además su carcasa es de plástico y se vende como si se tratase de una nueva generación cuando no lo es. Una idea que no parece nada Apple con la que creyeron que iban a obtener grandes beneficios. Pero la diferencia de precio mínima con el iPhone 5s hizo que el público fuese más cauto. Y por mucho anuncio que lancen, no creo que funcione.