Probablemente no sea la primera vez que veamos como en las estrategias de marketing unas compañías de tecnología aprovechan para reírse de las otras. En este caso particular te hablamos de la última jugada de Nokia, que ha llevado a cabo en un aeropuerto de Londres en el que uno de los terminales de pasajeros se llama precisamente Galaxy S5, como el último modelo de la coreana. Lo que ha hecho Microsoft, dueña ahora de Nokia es digno de contar.
La acción de marketing directo que nos ha presentado Nokia esta semana sobre su rival Samsung es cuanto menos muy divertida. Ha mandado a un grupo de astronautas con identificativos del Lumia dispuestos a probar cómo llegar a la Galaxia más cercana desde ese terminal que la anuncia. Evidentemente se hace referencia directa al nombre Galaxy en inglés como galaxia. Como cabría esperar, no hay ningún vuelo con dicho destino, y los participantes en la acción de marketing lo atribuyen a un fraude de Samsung. Todo en modo muy irónico.
Esta nueva burla de Nokia fomenta una vez más el reto de intentar sorprender al consumidor atacando al rival. Y aunque reconozco que en los spots me parece grotesco e incluso contraproducente por el hecho de que se regalan minutos a la competencia, en este caso, tanto por la reacción de los pasajeros, como por el efecto que ha logrado en los medios de comunicación una vez Nokia la ha dado a conocer, me parece que la galaxia de Samsung ha quedado en entredicho. Una campaña genial.