Cuando uno piensa que ha escuchado ya de todo, el mundo tech es capaz de sorprendernos. Aunque más que la tecnología en sí misma, en el caso que nos ocupa hoy es el uso que le damos algunos humanos. De hecho, si unos se preocupan en exceso por la privacidad y por los datos que nos vemos obligados a compartir para usar ciertas aplicaciones o para la navegación, otros parecen andar por la vida cometiendo crímenes y sin prestar si quiera atención a lo que una búsqueda en la red puede suponer. El suceso de hoy es un ejemplo. Un tipo mata a su compañero de piso y le pregunta a Siri dónde esconder el cadáver.
No se trata de una broma macabra. Ni tan si quiera de una campaña de marketing que nos demuestre de una manera poco ética todo lo que los devices de hoy en día pueden hacer por nosotros. Tampoco hablamos de un trailer de película. Hablamos de la realidad que se ha vivido en 2012, en Florida, pero que solamente ahora ve la luz por estarse desarrollando en los EE.UU el proceso judicial en su contra.
Al parecer, el joven estudiante habría preguntado a Siri directamente dónde podría esconder a su compañero de habitación, al que había matado. No sabemos exactamente las respuestas de Siri, aunque probablemente le diese datos relativos a servicios funerarios, o a lugares en los que sería fácil esconderse. Siri no es más que una sistente vocal, con lo que no va a darle a la frase esconder un cadáver el sentido que tiene. Pero el juez sí. Y al parecer, la prueba de la búsqueda hecha con el iPhone será determinante para condenarle. O sea, las búsquedas online servirán en el futuro como pruebas judiciales.