Apple Pay, ese sistema de pagos en el que Cupertino puede tener su nuevo negocio del futuro, y que se presentó junto con el iPhone 6 e iPhone 6 Plus parecía la fórmula perfecta para el éxito. Sin embargo, como en casi todo, siempre quedan obstáculos por esquivar. En este caso, comienzan a salirle los primeros al modo en el que el usuario tan solo tiene que utilizar su huella táctil para conseguir que todos sus datos se transmitan al terminal habilitado. Pero ¿quieren las tiendas ofrecer este sistema?
En principio parecía que el revolucionario invento de Apple los tenía a todos del mismo lado, pero esta semana, varios comerciantes han negado su interés en el uso de los pagos a través del iPhone con el Apple Pay. A ellos no les supone ninguna ventaja, y en cambio, tendrían que invertir dinero para adaptar los terminales de pago y se podrían encontrar con que el banco acaba por cobrarles a ellos la comisión que Apple exige. Vamos, que de ventajas, nada.
Yo imagino que tal y como hace las cosas Cupertino, este tipo de cosas se habrán visto venir, y más que probablemente habrán tomado medidas al respecto del tema. Así que en caso de que la mayoría acabe por rehuir de su terminal de pagos, es más que seguro que comiencen los incentivos. Apple sabe que disponer de un sistema que le de beneficios más allá de los que consigue con ventas de hardware es más que importante y en este caso puede que acabemos por ver cambios de política que busquen convencer a comerciantes, a bancos y a los propios usuarios sobre el Apple Pay.