Estás sentado en un café, charlando con tus amigos. En un instante te desatiendes y cuando prolongas la mano para coger tu iPhone del bolsillo… Ya no está. Los hurtos de móviles son una incesante y basta un tanto de mala suerte a fin de que te toque a ti. Mas, ¿qué ocurre con tu iPhone una vez que haya sido robado? Desde el medio Wired se ha seguido el recorrido de un cargamento de iPhones de contrabando hasta su destino final. Un negocio que mueve considerablemente más dinero del que se puede meditar. Te traemos esta curiosa historia que tiene un principio de lo más casual.
Esto es lo que ocurre con tu iPhone cuando te lo roban
Una casualidad. Ese es el inicio de la historia que nos ocupa. De más es conocido el “cuidado” que muy frecuentemente tienen las compañías de transporte con nuestros bultos. Uno de estos bultos en una factoría de FedEx en California padeció una apertura eventual, que acabó con docenas de iPhones por el suelo. Estos móviles se hallaban sellados en su caja, mas el bulto despertó las suspicacias del trabajador. Tras ponerse en contacto con Apple, se comprobó que los móviles habían sido robados. Un estudioso de una unidad singular para esta clase de casos apareció en la factoría para hacerse cargo de este tema.
Su primer paso fue el de abrir por completo el bulto para contar el número de iPhones (treinta y siete móviles inteligentes en conjunto) y después apuntó todos y cada uno de los números de serie de los teléfonos. Después volvió a cerrar el bulto y aguardó los próximos sucesos. El día después un hombre recogió el bulto y lo llevó en las afueras de la urbe de Sacramento, al tiempo que el estudioso le proseguía a una distancia prudente. El cargamento de iPhones robados volvió a viajar, esta vez a Shou Lin Wen y a su mujer Yuting Tan. Wen, natural de China tenía una tienda de electrónica en la urbe y había continuado hasta la data con el expendiente limpio. Mas todo el tema parecía ocultar algo considerablemente más grande.
Y ciertamente. Días después esta pareja encargó el envío de 4 bultos de importante tamaño destino a un piso de la ciudad de Hong Kong. Los agentes de seguridad aprovecharon este instante para detener el envío antes que se realizara y abrieron el cargamento. En conjunto, hallaron ciento noventa móviles inteligentes en su embalaje original (la mayor parte iPhones y ciertos terminales de BlackBerry). Una muestra suficiente para hacerse una idea de la magnitud de este contrabando.
Tras múltiples meses estudiando, la policía reunió las suficientes pruebas para echar abajo una red que se «gastaba» de un procedimiento fácil aunque muy pero que muy rentable. Wen mandaba a diferentes cómplices a urbes estadounidenses a fin de que persuadieran a mendigos y otras personas a fin de que se hiciesen con un iPhone mediante un contrato con una operadora (con la promesa de pagarles cien dólares americanos). Estos iPhones llegaban a manos de Wen, que después los vendía en China con un beneficio altísimo que llegaba a lograr los ochocientos dólares estadounidenses en ciertos casos.