¿Alguna vez te has querido comer la Torre Eiffel? ¿Quieres comerte una crep con la cara de John Lennon pero no eres un artista en la cocina? Si con las impresoras 3D creías haberlo visto todo, estabas muy equivocado. Te presentamos PancakeBot. La “máquina definitiva” para imprimirte tus propias creps. Sí, lo has leído bien.
Un padre y entusiasta del desayuno con sede en Noruega, Miguel Valenzuela, construyó hace unos años una impresora de creps para sus hijas. Valenzuela se inspiró en un artículo en la revista Make sobre un diseñador británico que creó una troqueladora de creps con piezas de Lego.
Este es el último video promocional de la campaña de Kickstarter, donde Valenzuela nos muestra su original invento y nos invita a apoyar el proyecto.
https://www.youtube.com/watch?v=qvIMLmdyqI4
El video original de la primera versión de Valenzuela de la PancakeBot se hizo viral, y esto sólo le animó a seguir retocando el el diseño para mejorarlo aún más. Valenzuela construyó su PancakeBot basada en Lego con la idea de animar a los niños a interesarse en la programación, la ingeniería, la robótica y la fabricación de alimentos, o como se llama comúnmente en mi pueblo, cocina.
Recientemente, la financiación del proyecto en Kickstarter, que pretendía recaudar 50.000 dólares, ha superado ya esa meta y alcanza casi los 130.000 $ a falta de 28 días para el fin de la campaña.
PancakeBot pone la tecnología al servicio… de las creps
Nunca pensé que usaría un título como ese, pero como se explica en la página, PancakeBot utiliza un sistema, pendiente de patente, que dispensa la masa para «imprimirla» en la plancha incluida. Mediante el uso de una combinación de aire comprimido y vacío, los controles de PancakeBot controlan donde se reparte la masa. El PancakeBot mejorado puede ser programado para extraer cualquier diseño en forma de crep, incluida la de la Torre Eiffel. La imaginación de algunos ingenieros no tiene límites.
«Utiliza dos motores paso a paso y dos transmisiones por correa para controlar la ubicación de la masa, así como una unidad dispensadora que se encarga de aplicarla» dice Valenzuela en su sitio web.
Pero que no se preocupen los creperos profesionales, al menos de momento, ya que los robots todavía están luchando para aprender a dar la vuelta a la crepe.
Aunque el aparato no es en ningún caso imprescindible, está claro que PancakeBot, tal y como se explica, puede ser perfecto para ferias comerciales, cafés, restaurantes, buffets de desayuno, fiestas y en cualquier otro lugar donde deseen que sus clientes se lleven un buen recuerdo y se sientan especiales. Y es que en breve puede que nos veamos dandole el stick de memoria al camarero, para que nos traiga la crepe que previamente hemos diseñado en casa.
Con el fin de llevar PancakeBot a las cocinas de todo el mundo, Miguel se asoció con StoreBound, una empresa con las habilidades y los conocimientos necesarios para llevar una versión refinada del producto al mercado a mediados de 2015.
Miguel Valenzuela es un esposo, padre, inventor y artista que trabaja como ingeniero civil. Actualmente vive en Noruega, se pasa el tiempo enseñando a los niños sobre sistemas de movimiento, el diseño y construcción de robots, y ya trabaja con sus hijas en nuevas ideas.
Además de su fabulosa PancakeBot, Valenzuela también creó este cortometraje en stop-motion llamado «Breakfast Gallop» hecho con creps, huevos, bacon y mucho amor. Las 50 crepes utilizadas fueron impresas con PancakeBot, fotografiadas y animadas. Valenzuela muestra cómo usó PancakeBot para hacer esta animación.
Que hambre que tengo, después de toda esta información. Voy a dibujarme unas crepes, pero a mano, que mi impresora no pasa de imprimir hojas de cálculo y fotografías. Pero en breve la pongo a estudiar cocina…