Intel en estos momento se encuentra en conversaciones para comprar Altera, un fabricante de chips. El negocio puede tener un coste en torno a los 10 mil millones de dólares, en torno a unos 9.200 millones de euros, lo que puede llegar a convertirse en la adquisición más cara la historia de Intel.
Altera se encarga de la fabricación de chips programables, o que puede ser personalizados posteriormente para adaptarse a diferentes fines. Chips que son utilizados cada vez más en los centros de datos…o en múltiples usos, ya que la compañía trabaja en diversos desarrollos militares, y con la industria de las telecomunicaciones.
De llevarse a cabo el acuerdo se reforzarían los planes de Brian Krzanich, el CEO de Intel, para ver a la compañía expandirse a otros mercados más allá del ordenador personal.
¿Por que desearían mirar nuevos mercados a pesar de dominar el mercado de chips para ordenadores? La respuesta es sencilla, al fabricante estadounidense le tomó más tiempo que a la competencia adaptarse a la creciente popularidad de los teléfonos inteligentes y tabletas…por lo que temen que en el futuro el mercado no esté en ordenadores más potentes, sino en dispositivos móviles.
En este contexto Altera se convertía en una pieza apetecible, ya que es una de las pocas compañías de semiconductores que tienen un mayor margen bruto de beneficios.
Se especula que el acuerdo entre ambas compañías implica el desembolso de unos 10 mil millones de dólares, lo que supera los 7.700 millones que Intel pagó por McAfee en 2011 – lo que convertían a esta en la adquisición más cara de la historia de Intel hasta el momento.
El sector de los semiconductores parece a punto de enfrentar un período de consolidación, ya que recientemente también se hizo público que Samsung está considerando la posibilidad de adquirir AMD.
Saludos desde lo más profundo de los bytes.