Hoy os traemos una increible y curiosa historia, con final feliz, que tiene como protagonista un smartphone por todos conocido, el iPhone 5C.
A estas alturas ya nadie duda de que la tecnología en general y, en especial, las computadoras, nos ofrecen muchas y variadas opciones y versátiles soluciones a problemas o contratiempos de nuestra ajetreada vida diaria. Sin embargo, esta afirmación llegó a adquirir toda un nuevo significado para un ciudadano inglés al que el terminal le salvó literalmente la vida, aunque puede que pocos imaginen la forma en que lo hizo.
Cuando se piensa en el iPhone 5C en su conjunto, hay que reconocer que el dispositivo no llegó muy lejos. Apple no fue capaz de comercializarlo como algo más que la versión barata del iPhone, y aunque el teléfono inteligente reunía las unas características para merecer algo más de atención por parte de los consumidores y usuarios, todo se acabó traduciendo en una poco entusiasta recepción del mercado de móviles.
Pero en este caso, el iPhone 5C, fue tan lejos como para salvar la vida de un hombre que, afortunadamente, consiguió salvar el pellejo gracias en este caso, a la pasiva intervención del terminal.
¿Como un iPhone 5C salvó la vida a su propietario?
Todo sucedió en octubre del año pasado, cuando Daniel Kennedy, de 25 años de edad, se enfrentó a una pandilla de adolescentes en Widnes, en Inglaterra, donde los jovenes habían cortado el suministro de agua al bloque de apartamentos en el que vivía, y que había estado acosando a los inquilinos de las viviendas. El asunto termino en un altercado, en el que Kennedy acabó persiguiendo a Ryan Duggan, de 19 años, por un sendero.
El adolescente, de repente, se detuvo en seco, se armó con una escopeta de cañones recortados que llevaba encima todo el tiempo, y disparó a Kennedy desde corta distancia, a bocajarro, causando al pobre Daniel lesiones graves en su abdomen. Duggan huyó de la escena del crimen, mientras que la víctima a duras penas logró llegar al bloque de pisos y obtener ayuda de los servicios de emergencia.
Más tarde, mientras realizaba una búsqueda en la zona donde se produjo el suceso, la policía, descubrió el iPhone 5C de color verde de Kennedy, que había caído durante el accidente. Solo con verlo se hizo evidente que el teléfono había parado la mayoría de la ráfaga de la escopeta. De acuerdo con el inspector detective Gary McIntyre, quien dirigió la investigación, la víctima, sin duda, habría muerto de no ser por la afortunada casualidad de que tenía el teléfono en el bolsillo, justo donde impactaron los proyectiles.
Más tarde los agentes descubrieron la escopeta envuelta en film transparente y oculta debajo de un arbusto, con el cartucho gastado todavía dentro. También se incautaron de una chaqueta buscando en dirección de la casa de Duggan y encontraron rastros de los residuos del disparo en ella. Posteriormente el forajido fue descubierto en un piso en la cercana Burnley, y fue detenido junto con Jordan Grimes que le había provisto de un escondite y le había encubierto. Ambos criminales recibiran la sentencia el 10 de julio.
Mientras tanto, Kennedy puede dar las gracias a que llevaba su resistente teléfono encima. El terminal ya fue protagonista de noticias menos afortunadas, aunque no sería raro que, después de tal acontecimiento, haya vuelto a adquirir un iPhone. Le debe la vida.
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