Alemania comenzará a imponer multas a las redes sociales. El consejo de ministros alemán aprobó este miércoles un proyecto de ley que incluye multas de hasta 50 millones de euros para las redes sociales que no supriman los mensajes de odio y «las informaciones falsas y delictivas». Las tecnológicas van a tener 24 horas para eliminar posts ofensivos
El objetivo de imponer multas a las redes sociales, es prohibir la existencia de contenidos ofensivos en estos sitios.
Promovido por el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, el texto, que aún debe ser aprobado por el parlamento, establece que si no se respetan estos plazos, las empresas descubiertas se exponen a pagar «hasta 50 millones de euros» en multas, y las personas físicas responsables dentro de las redes sociales pagaran hasta cinco millones de euros.
Desde ayer, 1 de enero, las redes sociales que no quitan, en el espacio de 24 horas o, en siete días, para «casos más complejos», mensajes o discursos de odio, por ejemplo, la propaganda neonazi, corren el riesgo de ser blanco de estas multas a las redes sociales
Las empresas «afectadas» incluyen «Facebook, Twitter, Google, YouTube, Instagram y Snapchat», y aunque «redes profesionales como LinkedIn o Xing son expresamente excluidas, así como servicios de mensajería como el WhatsApp «, la BBC ha notado que sitios como Vimeo y Flickr también pueden ser fiscalizados.
A pesar de que los usuarios también pueden reportar los contenidos ilícitos a las autoridades federales alemanas, las gigantes tecnológicas han mejorado sus sistemas internos para descubrir estos fallos. La Youtube decidió contratar a más empleados para conformar el equipo de moderación de contenido. Twitter introdujo nuevas herramientas para informar de este tipo de publicaciones.
Han sido varios los países de la Unión Europea los que han tomado fuertes posiciones contra la proliferación de discursos de odio en línea, así como en la protección de la privacidad de sus ciudadanos imponiendo multas a las redes sociales mediante legislaciones.
Recordemos por ejemplo, que en el Reino Unido, las empresas de tecnología están obligadas publicar un informe anual en el que deberán explicar cómo a lidiar con el acoso cibernético en sus plataformas. El incumplimiento puede valer multas hasta 20 millones de libras.
«Cuando no se combaten de manera efectiva y no son objeto de procedimientos judiciales, los crímenes de odio representan una gran amenaza para la convivencia pacífica en una sociedad libre, abierta y democrática», resaltó el gobierno de Angela Merkel en un comunicado. El año pasado, el Gobierno alemán prohibió una plataforma de Internet ultraderechista y dos de sus fundadores fueron detenidos.
«Las publicaciones manifiestamente delictivas deben ser eliminadas o bloqueadas en 24 horas desde que se tiene conocimiento de ellas, los otros contenidos delictivos, tienen un lapso de siete días», continúa el comunicado. «Esto concierne también a las copias de estos contenidos delictivos», añade el gobierno.
Aparte de los discursos racistas, también se contemplan la apología del «terrorismo», la pedofilia, la difamación, la incitación a cometer crímenes y las amenazas de todo tipo para aplicar las multas a las redes sociales.
El gobierno señala que la llegada de las redes sociales provocó «un cambio masivo» en las relaciones entre las personas: «la cultura del debate ‘online’ suele ser agresiva, hiriente y a menudo llena de odio».
Los gigantes de internet, como Facebook, se comprometieron en diciembre de 2015 a examinar y suprimir en un plazo de 24 horas los comentarios señalados por los usuarios que se expanden en Alemania, especialmente tras la llegada de 890.000 migrantes este año.