Has tenido un largo día y sólo quieres sentarte en el sofá y reírte un poco. Netflix, como suele ser el caso, te tiene cubierto. La próxima vez que sientas que necesitas un poco de comedia, disfruta de uno (o dos, o siete) de estos programas, una mezcla de originales de Netflix (como Unbreakable Kimmy Schmidt y BoJack Horseman) y clásicos adquiridos. Así pues, agarra palomitas y algo para beber, porque hoy te traemos las mejores series de comedia de netflix. En caso de que no puedas acceder a una serie, recuerda que aquí te enseñamos cómo cambiar el país de Netflix para ver más series o películas.
Las mejores series de comedia de Netflix
American Vandal (2017-2018)
Las dos temporadas de American Vandal de Netflix -un falso documental sobre documentadores adolescentes que investigan la inocencia de un compañero de clase acusado de vandalismo (Temporada 1) y los problemas de otra escuela con un cagón loco (Temporada 2)- son mucho más que las tramas escatológicas que podrían indicar. Después de los dos primeros episodios de la primera temporada, el material fálico pasa a un segundo plano, lo que permite a la serie satirizar el instituto y el sistema de justicia penal actual de forma significativa, y la segunda temporada ofrece más de lo mismo. Para lograrlo, los cocreadores estudiaron a los titanes del crimen real Serial, Making a Murderer y The Jinx para lograr una mezcla de parodia, homenaje y drama adolescente adictivo.
Arrested Development (2003-2019)
Siempre hay dinero en el puesto de plátanos, y siempre hay risas que encontrar en Arrested Development, la astuta y autoconsciente comedia familiar de Mitchell Hurwitz. Aunque las últimas temporadas producidas por Netflix a veces se convirtieron en meta-humor discursivo e indulgente, las tres temporadas originales de la serie establecieron una sensibilidad cómica libre e increíblemente citable de la que muchas de tus comedias favoritas -Parks and Recreation, 30 Rock, Community, Archer, Kroll Show- fueron influenciadas por ésta.
Big Mouth (2017- )
Big Mouth está destinada a incomodar pero, como ocurre con muchos otros dibujos animados de temática adulta, esa es la cuestión. El creador Nick Kroll y sus amigos se meten en una máquina del tiempo animada para interpretar versiones mucho más jóvenes de sí mismos, adolescentes que empiezan a tener citas, a ver porno y a lidiar con sus emociones y su sexualidad. Con un enfoque sin restricciones y el formato libre de la animación, el programa tiende a ir realmente allí (ver: monstruos hormonales cachondos, tampones de Michael Stipe cantando, el Mago de la Vergüenza, un mosquito de la ansiedad), colocándolo en la misma liga de ruptura de tabúes que otras comedias animadas para adultos de Netflix.
Billy on the Street (2011- )
Es un programa de juegos para la gente que piensa que los programas de juegos son estúpidos. El frenético Billy Eichner mezcla invitados famosos, desconocidos desprevenidos y salvajes juegos puntuales para crear un programa deliciosamente adictivo y de ritmo rápido que sirve a la vez para desmontar la cultura de los famosos en general. Vamos, ¿quién no querría ver a Rachel Dratch intentando escapar del momento Hollywood de Margot Robbie?
Series de comedia que no te puedes perder en Netflix
BoJack Horseman (2014-2020)
Cuando se escribe, suena extraño: Un dibujo animado sobre un caballo que habla es una de las representaciones más divertidas y acertadas de la depresión en la televisión actual. Pero es cierto. Mientras te unes al personaje del título, al que pone voz Will Arnett, en su búsqueda de Hollywood y de la redención personal, te encontrarás con gags visuales de infarto, diálogos muy inteligentes, personajes muy complejos y sentimientos genuinos, del tipo que te harán evaluar (y reevaluar, y volver a evaluar) tu propia vida.
Community (2009-2015)
Hay una razón por la que la comedia de Dan Harmon sobre la universidad comunitaria amasó un devoto seguimiento de culto durante sus seis temporadas, a pesar de que casi siempre estuvo al borde de la cancelación. La serie se centra en un adorable grupo de estudio de inadaptados interpretados tanto por veteranos de la comedia como por aquellos que entonces estaban a punto de salir a la luz, incluyendo al consumado chico guay Jeff Winger (Joel McHale), la adorable tonta Britta Perry (Gillian Jacobs), el obsesionado con la televisión Abed Nadir (Danny Pudi), la ansiosa genio Annie Edison (Alison Brie), la dura pero firme madre Shirley Bennett (Yvette Nicole Brown), el deportista del instituto Troy Barnes (Donald Glover), y el desconcertante y aburrido ex director general Pierce Hawthorne (Chevy Chase) – mientras navegan por el colegio comunitario de Greendale. Es una comedia de situación que es tonta y delirante, pero siempre una lección sobre cómo ser mejor persona.
Derry Girls (2018- )
Las series para adolescentes suelen ser buenas para echarse unas risas, pero pocas son tan condenadamente histéricas como Derry Girls. La coproducción de Channel 4 y Netflix sobre las colegialas católicas de los años 90 que vivieron el final de los Problemas de Irlanda del Norte es una serie sobre sus propios problemas de adolescencia sin filtro, y es absolutamente hilarante. Todo el elenco y sus peculiaridades son casi perfectos; después de un rápido visionado, descubrirás que no hay otro equipo de ficción con el que prefieras relajarte.
Las series para adolescentes suelen ser buenas para echarse unas risas, pero pocas son tan condenadamente histéricas como Derry Girls. La coproducción de Channel 4 y Netflix sobre las colegialas católicas de los años 90 que vivieron el final de los Problemas de Irlanda del Norte es una serie sobre sus propios problemas de adolescencia sin filtro, y es absolutamente hilarante. Todo el elenco y sus peculiaridades son casi perfectos; después de un rápido visionado, descubrirás que no hay otro equipo de ficción con el que prefieras relajarte.
Lady Dynamite (2016-2017)
El giro semiautobiográfico y surrealista de Maria Bamford sobre las enfermedades mentales en Hollywood fue un éxito inesperado para Netflix. Las travesuras autoconscientes de la comediante comparten un ADN evidente con Arrested Development: Mitch Hurwitz y Pam Brady son productores ejecutivos; hay gags visuales, juegos de palabras y burlas de la idiotez de Los Ángeles en abundancia; y cuenta con innumerables cameos del mundo de la comedia, extensas secuencias de fantasía y genuina autointrospección. Le costará unos cuantos episodios implicarse en la serie, o incluso entender qué es lo que está viendo. Pero una vez que te enganchas, te enganchas.
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