No importa qué producto estés buscando: un iPhone, una piscina desmontable, una chaqueta Nike o una crema hidratante. Todo fluctúa en Internet, y no hablo del stock: a lo largo de un mes podemos ver rebajas, subidas de precio, cupones descuento y chollos de infarto en un mismo producto. Y eso mirando sólo su precio en una misma tienda.
La culpa de la obsesión por el «chollo» (que no es necesariamente algo negativo) lo tienen las tiendas y marketplaces como Amazon, El Corte Inglés, AliExpress, Ebay, Nike… y prácticamente cualquier otra tienda que lanza sus propias ofertas en momentos estratégicos del año.
¿Desconfianza por un exceso de ofertas?
Si hace cinco años nos volvíamos locos durante el Black Friday, Navidades o la Vuelta al cole, ahora tenemos cien razones más para volvernos locos en otros días del año, porque la intensidad -y dimensión- de las campañas de marketing se ha multiplicado, y ahora hay bajadas de precio los 365 días del año.
Esto, como es lógico, genera una confusión en el comprador que se resume en una frase: no sabemos cuando una oferta es fake o cuando de verdad es un chollo. Y nadie dispone del tiempo necesario para analizar, una por una, todas las tiendas en las que se vende ese ordenador portátil o ese smartphone para saber cuáles han cambiado de precio a diario….
O eso creíamos. Porque las webs de chollos y ofertas se han colado en la lista de los 10 mayores ecommerces de España, y su propósito es muy simple: recopilar todos los descuentos más interesantes que se lanzan cada día en Internet.
El secreto de los chollos: millones de productos escaneados a diario
Eso sí, aunque de cara a la galería son una manera útil de ahorrar, lo realmente interesante está en el funcionamiento de estas webs: su secreto a menudo está bien guardado a cientos o miles de kilómetros del comprador español, que aprovecha una oferta que ha sido detectada por el algoritmo de un servidor en Francia o Alemania.
Si las páginas de ofertas más visitadas, como Chollometro, Michollo o CholloDeportes, tienen un «catálogo» de ofertas a diario, su proveedor son comparadores de precio y herramientas para seguir («trackear») millones de productos a diario.
Keepa es uno de los más populares, por ser el que primero comenzó a trabajar con Amazon recopilando subidas y bajadas de precio. Y lo cierto es que funciona realmente bien, porque muestra un historial de precios donde podremos ver rápidamente si la «oferta» que se está anunciando es falsa o no.
La ventaja de este tipo de comparadores es que también podemos establecer alarmas para ser los primeros en enterarnos cuando un producto baja (realmente) de precio, e incluso cuando se vende a un mejor precio de segunda mano.
Por otro lado, también tiene un panel de ofertas del día donde no hace falta buscar productos en concreto, sino que es posible descubrir productos rebajados que de un día para otro han bajado su precio hasta un 80%. La interfaz, en este caso, es un poco más caótica, menos adecuada para el usuario final pero igual de útil para las webs de chollos.
Un «descubridor de chollos» made in Spain
También existen alternativas nacionales que no se quedan atrás. Los comparadores de precio, como Globerada, trabajan de manera similar a Keepa, pero tienen una gran diferencia: en lugar de analizar los precios de Amazon, recopilan a diario las variaciones de precio de cientos de tiendas.
El Corte Inglés, Ebay, Nike, Adidas, Decathlon, Leroy Merlin, PC Componentes, Alltricks, Tradeinn… Las más de 150 tiendas recopiladas por este comparador de precios lanzan ofertas a diario, y la ventaja de comparar precios es que podemos ver rápidamente qué tienda tiene el mejor precio incluso añadiendo los gastos de envío y posibles cupones descuento.
Hasta 750€ de ahorro en nuestro bolsillo
El objetivo de todas estas herramientas es hacernos la vida más fácil a la hora de comprar el producto que buscamos. Pero, seamos sinceros: nada será más fácil que ir a Amazon y hacer clic en el primer botón de compra que veamos. De hecho, nuestra psicología se ve afectada por el neuromarketing y los «ganchos» que cada tienda usa para llevar nuestra atención al botón de compra.
Sin embargo, la utilidad de los comparadores de precio y de herramientas como las que hemos mencionado, se aprecia mejor a largo plazo: hasta 750€ es lo que podemos ahorrar comprando exactamente los mismos 10 productos en unas tiendas u otras. Parece una cifra exagerada, pero la realidad es que una simple máquina afeitadora puede costarnos 50€ más (o menos) dependiendo del momento del año.
Los comparadores de precio y las webs de chollos son una señal de nuestra actitud como compradores: somos «infieles» e investigadores por naturaleza, y por eso los españoles aprovechamos más que nadie las ofertas que están a un clic de distancia —pero que aún no han sido descubiertas—.
Saludos desde lo más profundo de los bytes.