Comprar un monitor gaming implica tener que fijarse en aspectos claves como la tasa de refresco, la resolución o la sincronización adaptativa. En este sentido, Hannspree, una compañía especializada en fabricación de pantallas y tabletas, nos brinda hoy algunos consejos que hay que tomar en cuenta a la hora de comprar nuestro próximo monitor gaming. Pasemos a ver cada uno de ellos:
Características que debe tener tu próximo monitor gaming
Incluso con la mejor tarjeta gráfica y el mejor CPU, una PC o una consola no podrá brindar todo su potencial sin un buen monitor gaming que esté a la altura. Por eso, si estás pensando en comprar un monitor de este estilo, procura que tenga estas características:
1. Una resolución que se adapte a tu tarjeta gráfica o consola
Según Hannspree, lo primero que debes tener en cuenta es la resolución del monitor gaming. Esto, por supuesto, depende completamente de lo que tu consola o tarjeta gráfica de tu PC sea capaz de hacer. No tiene sentido comprarse, por ejemplo, un monitor 4K si tu sistema solo puede alcanzar los 1080p.
Ahora bien, si tocamos el punto de las distintas resoluciones que existen en la actualidad, encontraremos que el principal beneficio del 1080p es que es un tipo de resolución que podremos encontrar en los monitores más económico. Por su parte, el 1440p (2K) puede ser considerado como el punto óptimo de los juegos de PC, ya que brinda un aumento notable de calidad visual sin que suponga elevar demasiado el presupuesto.
El 2K es un buen rango para establecerse con tarjetas gráficas de gamas medias y altas, ya que al situar el techo en los 1440p podremos balancear mejor los assets para la carga gráfica en los juegos. Luego, el 4K es la resolución más codiciada, sobre todo por el tándem imbatible que forma con el HDR. Es la mejor opción para sacar partido de lo último en tarjetas gráficas y también de las nuevas consolas, eso sí, siendo también más caro.
2. Que traiga tecnología de sincronización adaptativa
La tecnología de sincronización adaptativa sincroniza la tasa de refresco entre la tarjeta gráfica y el monitor con el fin de eliminar problemas como el stuttering, que es una caída repentina de los FPS por un tartamudeo del juego, y el tearing, una distorsión gráfica provocada por la pérdida de sincronía entre la GPU y la pantalla.
En otras palabras, lo que hace la sincronización adaptativa es ajustar la tasa de refresco del monitor de manera dinámica para que coincida con la cantidad de FPS generados por la máquina. De esta manera, se previene la aparición de fallos gráficos. Es una característica muy importante a la hora de comprar un monitor gaming, ya que así se logra una experiencia de juego mucho más sólida y fiable.
3. Una buena frecuencia de actualización y un buen tiempo de respuesta
La frecuencia de actualización o tasa de refresco del monitor es clave para jugar, ya que está estrechamente relacionada con la tasa de FPS. Para entenderlo mejor, existe una relación de 1:1 entre la tasa de refresco producida por la pantalla y los FPS generados por la tarjeta gráfica. Por lo tanto, un monitor con una frecuencia de actualización de 60 Hz puede mostrar hasta 60 FPS.
En general, con tasas más altas, el movimiento del juego se siente más suave, más responsive y, en definitiva, es más satisfactorio. Dependiendo del juego, hoy en día se pueden alcanzar tasas de hasta 120 FPS o más, lo que se traduce en una fluidez muy alta que hace que los monitores gaming de 120 Hz, 144 Hz o incluso más ganen popularidad. Hannspree, de hecho, cuenta con un monitor gaming de hasta 240 Hz.
Ahora bien, en lo que respecta a los tiempos de respuesta, muchos monitores vienen con uno de 5 ms o 4 ms, lo cual es aceptable, aunque 1 ms, o incluso menos, es lo más adecuado para jugar.
4. El tamaño de la pantalla es indiferente
El tamaño de la pantalla de un monitor gaming se reduce a las preferencias personales. Eso sí, cualquier monitor moderno que tenga entre 24 y 32 pulgadas es adecuado para jugar. Por supuesto, cuanto mayor sea la resolución, mayor será el número de píxeles por pulgada (PPP), lo que mejora la calidad de la imagen.
5. Un tipo de panel IPS
Hannspree explica que hay tres tipos de paneles utilizados hoy en día para el gaming: TN, VA e IPS. Los TN son los más antiguos y tienen peores ángulos de visión y cobertura del color, además suelen ser los más rápidos en lo que a tiempos de respuesta se refiere. Por tanto, este tipo de panel puede ser muy útil para el gaming competitivo.
Por otro lado, los monitores VA cuentan con una mejor reproducción del color con respecto a los TN y una mejor proporción de contraste que los paneles IPS. En este sentido, pueden producir la misma precisión del color que los IPS, aunque son capaces de producir negros mucho más profundos y acentuar áreas oscuras en juegos.
Por último, tenemos los IPS, los cuales gozan de amplios ángulos de visión, siendo idóneos para juegos multijugador en una sola pantalla o para profesionales que requieren precisión de los colores; en este sentido, estos paneles son los más precisos de los tres tipos de panel. Así, son útiles para editar fotos o vídeos de forma profesional aparte de jugar en una misma pantalla.
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