Si se quiere tener éxito en el mundo de los negocios, es imprescindible destacar entre la competencia. Sin embargo, esto requiere que tengas un conocimiento profundo sobre los actores del mercado y las cosas que aportan al mismo.
Ahora bien, aunque pueda parecer una tarea compleja, no es necesario contratar a una costosa empresa especializada en inteligencia de mercado para obtener esta información. Con tan solo realizar una investigación propia y detallada, o realizar un análisis de la competencia, se pueden obtener resultados muy precisos.
En ese sentido, a continuación, te ofrecemos una guía útil para llevar a cabo un buen análisis competitivo de manera efectiva:
¿Qué es un análisis de la competencia?
Un análisis competitivo es una evaluación de los productos, servicios y tácticas de ventas de los competidores, donde se analizan tus fortalezas y debilidades en relación con las de ellos. Es una buena práctica comercial realizar un análisis completo de este tipo al menos una vez al año.
Por otro lado, un análisis de la competencia te ayudará a ver las propias ventajas que tienes de tu negocio, así como cualquier posible obstáculo que afecte el crecimiento y de esta manera puedas fortalecer tus estrategias de marketing y negocios.
También mantiene tu negocio proactivo en lugar de reactivo. Muchos empresarios operan con base a ideas preconcebidas sobre sus competidores y el panorama del mercado, pero esas ideas pueden no ser precisas o estar desactualizadas.
Cómo realizar un análisis competitivo en 4 pasos Un análisis competitivo implica cuatro pasos clave:
1. Identifica a tus competidores
Esto suena sencillo, pero de hecho hay diferentes tipos de competidores a considerar. Incluyen:
Competidores directos. Estas son las empresas que ofrecen productos y servicios similares y se dirigen a los mismos clientes en el área geográfica a la que sirve tu empresa.
Competidores secundarios / indirectos. Estas son las empresas que ofrecen diferentes productos y servicios y se dirigen a una clientela diferente, pero están en tu misma categoría general (por ejemplo, una bodega y una cervecería son competidores secundarios porque ambas venden alcohol).
Suplentes. Son las empresas que ofrecen diferentes productos y servicios, pero están dirigidas a los mismos clientes en tu área geográfica.
2. Reúna información sobre sus competidores.
Una vez que hayas identificado a tus competidores, evalúalos en términos de “las 4P”:
Producto. Compara tus productos con los de ellos, idealmente comprándolos y probándolos tú mismo. ¿Cómo es la calidad?, ¿Qué características te gustan o no te gustan?
Precios. ¿Cómo son sus productos y servicios a precios en lo que respecta a precios?, ¿Sus precios varían para los socios y clientes del canal?, ¿Cuál es su política de descuento?, y ¿Puedes estimar su estructura de costos?
Punto de venta. ¿Cuál es su alcance geográfico o área de servicio en comparación con su negocio?
Promoción. ¿Qué tácticas de marketing están usando para interactuar con sus clientes? ¿Cuál es su presencia en redes sociales?
3. Analiza las fortalezas y debilidades de tus competidores
Cada vez que te toque discutir con tu equipo de trabajo sobre el avance de tu negocio, es importante que puedas comparar fácilmente el rendimiento de tus competidores con el tuyo: comparar fortalezas y debilidades. De hecho, también podemos sugerirte que realices un análisis DAFO / CAME, ya que esto suele ser muy útil en estos casos.
4. Determina tu ventaja competitiva
Por último, con toda la información a tu alcance, es hora de que descubras qué significan los resultados para tu estrategia comercial.
Analizar el panorama competitivo ayudará a identificar tu ventaja competitiva. Hacerlo también hará que atraigas a tu público objetivo y algo en lo que puedas construir tu imagen de marca y mensajes. Ahora bien, si ves una debilidad en la competencia, podrías bajar tus precios y lanzar nuevas promociones para aprovechar la oportunidad.
¿Te ha sido de utilidad toda esta información?. Déjanos saber en los comentarios.
Un saludo cordial.
Gracias