La empresa estadounidense NVIDIA se enfrenta a una demanda por parte de la francesa Valeo, que la acusa de robar secretos comerciales relacionados con la tecnología de asistencia al estacionamiento y la conducción.
El caso se remonta a 2022, cuando Mohammad Moniruzzaman, un ingeniero de NVIDIA que anteriormente había trabajado para Valeo, mostró accidentalmente los archivos de código fuente de la empresa francesa durante una reunión con ambas compañías. Los empleados de Valeo reconocieron rápidamente el código y tomaron capturas de pantalla.
Según la demanda de Valeo, Moniruzzaman aprovechó su conocimiento de la tecnología de la empresa para acceder a sus sistemas informáticos y robar «decenas de miles de archivos» y 6 GB de código fuente. Luego, el ingeniero dejó Valeo y se unió a NVIDIA, donde utilizó la información robada para ayudar a la empresa a desarrollar su propia tecnología de asistencia al estacionamiento y la conducción.
Nvidia ha sido demandada por la empresa Valeo
Valeo afirma que NVIDIA se ha beneficiado enormemente del robo de los secretos comerciales de la empresa francesa. La compañía estima que NVIDIA ha ahorrado millones de dólares en costos de desarrollo y ha generado ganancias que no le correspondían.
Por su parte, NVIDIA ha negado las acusaciones de Valeo. La compañía afirma que «no tiene interés en el código de Valeo o sus supuestos secretos comerciales» y que ha tomado «medidas concretas rápidas para proteger los derechos declarados [de su] cliente».
El caso está pendiente ante un tribunal de Estados Unidos.
Un nuevo capítulo en la guerra de los secretos comerciales
Este caso es un nuevo capítulo en la guerra de los secretos comerciales que se libra en el sector de la conducción autónoma. En 2017, Waymo acusó a Uber de coludir con su ex empleado Anthony Levandowski para robar más de 14.000 archivos de diseño confidenciales y patentados. Levandowski fue condenado a 18 meses de prisión, pero fue indultado por el entonces presidente Donald Trump.
La competencia en el sector de la conducción autónoma es cada vez más feroz. Las empresas están dispuestas a hacer todo lo posible para obtener una ventaja sobre sus rivales, incluso si eso significa violar la ley.
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