Apple se ha configurado desde sus inicios con una marca con un fuente componente de fidelización. No en vano, la empresa liderada por Tim Cook siempre ha contado con una estrategia destinada a captar a sus clientes. Todo ello gracias a un producto tan innovador, tecnológicamente hablando, como cuidado en términos de diseño y presentación. No obstante, durante los últimos meses estamos viendo un descenso de ventas en Apple que tiene como principal protagonista a sus portátiles. En este artículo nos centramos en explicar dicha tendencia. Enlazándola, por el camino, con los factores que han influido en el aumento de la demanda de recambios para dichos dispositivos.
Imperativo legal
A principios de 2022 todos los medios de ámbito económico se centraban en la pronunciada caída en la venta de PCs y portátiles. Algo que, al menos por aquel entonces, afectó mínimamente a Apple. Ahora el panorama es bien distinto. No en vano, el gigante estadounidense con sede en Cupertino ha cerrado el año con un descenso de más del 40%. ¿Los motivos? De lo más variados. Y es que los tenemos tanto sociales como económicos e incluso jurídicos.
Puestos en antecedentes, vamos a comenzar centrándonos en, precisamente, un factor normativo, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Ley que, como podéis comprobar en esta web, ha influido directamente en el incremento de las peticiones de recambio de pantalla Macbook. ¿Los motivos? Principalmente el aumento de la garantía de 2 a 3 años y, sobre todo, la duplicación del periodo obligatorio durante el que las empresas deben disponer de piezas de repuesto. Cifra que ha pasado de 5 a 10 años. Algo que ha desembocado en un aumento exponencial de las reparaciones y de los pedidos de piezas y componentes para portátiles Apple.
La realidad post-COVID19 y la crisis económica
La pandemia fue, nunca mejor dicho, el caldo de cultivo perfecto para el aumento de ventas de cualquier tipo de producto tecnológico. Y es que el encierro obligatorio, teletrabajo incluido, aumentó el uso de dichas productos hasta límites insospechados. Pues bien, aunque ya lo anunciaban multitud de expertos, la realidad post-COVID ha sido toda una bofetada de realidad que ha devuelto las aguas a la normalidad.
Pero no sólo se trata de una cuestión de ajustes socio-económicos. No en vano, las guerras, la creciente inflación, el euríbor por las nubes y la actual situación de incertidumbre han hecho virar a la ciudadanía hacia posiciones de ahorro. Algo que, frente a los periodos de bonanza en los que la primera opción siempre era la compra de nuevos aparatos, ha derivado en un incremento de las reparaciones de portátiles Apple. Aumentando, igualmente, la demanda de repuestos para dichos dispositivos.
En definitiva, la realidad resulta incontestable. Cada vez apostamos más por la reparación de nuestros dispositivos y portátiles. Haciendo crecer exponencialmente el stock y la variedad de empresas dedicadas a la venta de dichos componentes. Cuestión que ha afectado especialmente a compañías con productos de un alto valor económico como Apple.
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