Elon Musk añade un nuevo capítulo a su batalla legal contra la publicidad. Su compañía, conocida anteriormente como Twitter y renombrada como X tras su adquisición en 2022, ha incluido a la plataforma de streaming Twitch en la demanda interpuesta en agosto contra la Alianza Global de Medios Responsables (GARM).
Elon Musk demanda a Twitch
Las acusaciones son graves. La demanda original señala que las empresas miembro de GARM se confabularon para boicotear a X, privándola de «miles de millones de dólares en ingresos publicitarios». Ahora, se suma Twitch a la lista de acusados, a la que Musk señala por presuntamente negarse a publicitar en la plataforma desde noviembre de 2022, salvo por un «monto insignificante» fuera de Estados Unidos.
Tanto X como Twitch han guardado silencio al respecto, algo habitual en casos legales en curso. Este movimiento legal de Musk coincide con un momento delicado para la plataforma de Amazon. Recientemente, Twitch ha enfrentado acusaciones de antisemitismo e islamofobia en su seno. En un intento de controlar la situación, el CEO Dan Clancy emitió un comunicado en noviembre dejando clara su postura: «Twitch se mantiene firme contra el odio y el acoso en cualquiera de sus formas».
Las medidas tomadas por Twitch, como prohibir el uso del término «sionista» con fines de hostigamiento, no han convencido a todos. De hecho, se ha reportado que importantes anunciantes se han alejado de la plataforma, alimentando rumores de un «apocalipsis publicitario» entre los principales streamers.
Conclusiones
Este nuevo frente judicial abierto por Musk contra Twitch promete ser un caso seguido con atención. Las implicaciones van más allá de una disputa económica puntual, ya que tocan temas candentes como la libertad de expresión en las redes sociales y el poder de las grandes corporaciones tecnológicas. Solo el tiempo dirá cómo se desarrollará este proceso y quién saldrá victorioso.
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