A partir del 16 de enero de 2025, Microsoft ha comenzado a desplegar de manera automática la actualización a Windows 11 24H2 en PCs compatibles. Este cambio marca una nueva etapa en la política de actualizaciones de la compañía, que hasta ahora ofrecía esta versión de manera opcional desde octubre de 2024.
El movimiento afecta únicamente a dispositivos con ediciones Home y Pro de Windows 11, dejando exentas, por el momento, a las ediciones empresariales. Además, Microsoft ha optado por un enfoque gradual: no todos los usuarios recibirán la notificación de actualización al mismo tiempo. Este enfoque escalonado permite a la compañía monitorizar posibles errores iniciales y solucionar problemas antes de ampliar el despliegue.
Microsoft fuerza la actualización a Windows 11 24H2
Microsoft justifica esta estrategia como una medida para garantizar una experiencia de actualización más fluida. La recopilación de comentarios de los primeros usuarios y la resolución de problemas de compatibilidad son prioridades en este proceso. Sin embargo, no todos los usuarios están convencidos, especialmente aquellos que prefieren un mayor control sobre cuándo y cómo actualizar sus equipos.
Si eres de los que no quieren esperar, puedes verificar manualmente la disponibilidad de la actualización. Solo necesitas ir a Configuración > Windows Update y seleccionar «Buscar actualizaciones». Si tu dispositivo es compatible y Microsoft ya ha activado la opción para tu cuenta, verás la posibilidad de descargar e instalar la versión 24H2.
¿Qué problemas pueden surgir?
Aunque Microsoft asegura haber corregido la mayoría de los fallos reportados, como algunos relacionados con el rendimiento en videojuegos, siempre existe el riesgo de que nuevos errores surjan tras la instalación de actualizaciones importantes. Para los más precavidos, la función “Pausar actualizaciones” de Windows Update permite retrasar el proceso hasta cinco semanas, tiempo suficiente para evaluar posibles inconvenientes y verificar la compatibilidad de tus programas críticos.
En resumen, mientras Microsoft avanza hacia una política de actualizaciones más proactiva, los usuarios deben decidir si desean subirse al tren de las novedades o adoptar una postura más cautelosa.
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