Con el lanzamiento de la Nvidia GeForce RTX 5050, la firma estadounidense marca un nuevo hito en su estrategia de llevar el trazado de rayos y la inteligencia artificial al alcance de más usuarios. Este modelo, concebido como la sucesora directa de la popular RTX 3050, introduce varias mejoras sustanciales en rendimiento, eficiencia energética y compatibilidad con las últimas tecnologías de Nvidia.
Nvidia GeForce RTX 5050: Precio competitivo y disponibilidad
La RTX 5050 está equipada con la nueva arquitectura Blackwell, lo que implica la integración de 2.560 núcleos CUDA optimizados, núcleos Tensor de quinta generación y unidades dedicadas al ray tracing de cuarta generación. Su frecuencia máxima alcanza los 2.57 GHz, lo que se traduce en una capacidad de cómputo cercana a los 440 TOPS, especialmente útil para aplicaciones de IA localizadas en el dispositivo.

En términos de memoria, la versión de escritorio ofrece 8 GB de GDDR6, mientras que los modelos portátiles dan el salto a GDDR7, ganando eficiencia energética sin sacrificar rendimiento. Este equilibrio permite disfrutar de una experiencia fluida en juegos modernos con soporte para DLSS 4 y generación de fotogramas múltiples (MFG), tecnologías clave para maximizar la tasa de fotogramas sin comprometer la calidad visual.
Uno de los aspectos más atractivos de esta tarjeta es su precio. La Nvidia GeForce RTX 5050 para PC de sobremesa parte de los 249 dólares, es decir, unos 230 euros al cambio actual. Se comercializará a partir de la segunda mitad de julio a través de marcas como ASUS, MSI, Gigabyte o Zotac.
Por su parte, los portátiles gaming equipados con la RTX 5050 ya están disponibles desde 999 dólares (aproximadamente 920 euros), con Asus liderando la oferta inicial.
Una opción ideal para el gaming moderno
A pesar de posicionarse por debajo de la RTX 5060, la nueva RTX 5050 representa una alternativa seria para quienes buscan dar el salto al trazado de rayos y las funciones avanzadas de Nvidia sin invertir en modelos de gama alta. Con una mejora de rendimiento estimada en hasta un 60% respecto a la RTX 3050, se perfila como la gráfica de entrada más atractiva del catálogo RTX actual.
Con soporte para DisplayPort 2.1b, HDMI 2.1b y un consumo razonable de 130W en su versión de escritorio, esta GPU equilibra potencia, eficiencia y compatibilidad con las últimas tecnologías, reafirmando el compromiso de Nvidia con democratizar la experiencia gaming avanzada.













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