Samsung ha vuelto a protagonizar los titulares con el segundo evento Unpacked del año, y lo ha hecho presentando la nueva generación de sus dispositivos plegables: Galaxy Z Fold 7 y Flip 7. Esta vez, además, se ha sumado una versión más asequible, el Galaxy Flip 7 FE, aunque los focos están claramente puestos sobre los modelos premium. Más allá del diseño, Samsung ha hecho avances tangibles en varios frentes, desde la pantalla y el peso hasta el rendimiento y la experiencia de uso. Lo más llamativo: ambos modelos son los primeros del mundo en incorporar Android 16 de fábrica, con la interfaz One UI 8 como acompañante.
Galaxy Z Fold 7: delgado, potente y preparado para todo
El Galaxy Z Fold 7 se posiciona como el plegable más fino y ligero que ha producido Samsung. Con un grosor de solo 8,9 mm y un peso notablemente inferior a su predecesor, destaca por su ergonomía sin sacrificar prestaciones. La pantalla exterior crece hasta las 6,5 pulgadas con un nuevo formato 21:9, protegida con Gorilla Glass Ceramic 2. La pantalla principal de 8 pulgadas ofrece hasta 2600 nits de brillo, resolución sobresaliente y tasa de refresco de 120Hz, lo que la convierte en una de las más avanzadas del mercado.
En el interior, el Fold 7 monta el nuevo procesador Snapdragon 8 Elite for Galaxy, que promete un salto importante en inteligencia artificial y eficiencia. Las configuraciones disponibles van desde 12GB + 256GB hasta 16GB + 1TB, cubriendo tanto al usuario exigente como al profesional móvil. El sistema de cámaras incluye un sensor principal de 200 megapíxeles, una mejora notable respecto a los 50MP del Fold 6, acompañado por sensores ultra gran angular y teleobjetivo. Eso sí, la batería se mantiene en 4400 mAh, con carga rápida de 25W, permitiendo llegar al 50% en solo 30 minutos.
Galaxy Z Flip 7: más útil, más brillante, más tú
El Galaxy Z Flip 7 se convierte en el mejor Flip hasta la fecha, especialmente gracias a su nueva pantalla exterior de 4,1 pulgadas. Con soporte para Gemini y 2600 nits de brillo, esta pantalla secundaria no solo muestra notificaciones: permite interactuar de forma mucho más natural con el dispositivo cerrado. La pantalla principal también crece, hasta las 6,9 pulgadas, manteniendo la fluidez gracias a su tasa de refresco de 120Hz.

En cuanto al rendimiento, Samsung opta aquí por su procesador Exynos 2500, acompañado por 12GB de RAM y opciones de almacenamiento de 256GB o 512GB. La batería sube ligeramente hasta los 4300 mAh, aunque la carga rápida permanece en los 25W. La experiencia de cámara no ha cambiado drásticamente respecto al modelo anterior, pero el conjunto general se percibe más pulido y orientado a un uso cotidiano versátil.
Ambos dispositivos comparten una filosofía clara: redefinir lo que se espera de un plegable. Samsung ha apostado por consolidar su liderazgo sin reinventar la rueda, afinando detalles donde realmente importa. Con Android 16, mejoras tangibles en pantalla, diseño más refinado y el impulso de Galaxy AI, tanto el Fold 7 como el Flip 7 llegan listos para marcar un nuevo estándar en el universo móvil.













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