Microsoft Edge ha dado un paso significativo en su evolución tecnológica con la migración a WebUI 2.0, una renovación silenciosa pero profundamente efectiva que ahora permite cargar páginas web en menos de 300 milisegundos. Esta mejora no es solo una cifra técnica: representa una transformación palpable en la experiencia del usuario, que ahora puede interactuar con contenidos casi de inmediato.
Microsoft Edge mejora la velocidad de carga gracias a WebUI 2.0
Según ha revelado la propia Microsoft, el navegador ha superado un hito clave en términos de rendimiento al alcanzar un First Contentful Paint (FCP) global inferior a los 300 ms, un parámetro fundamental para medir la rapidez con la que se muestra el primer contenido visual en pantalla. La compañía ha explicado que tiempos superiores a los 400 ms degradan la satisfacción del usuario, por lo que este avance no solo es técnico, sino también profundamente humano.
Este logro se debe a un rediseño estructural de la interfaz, centrado en una arquitectura markup-first que reduce el peso de los paquetes de código y la carga de scripts en la inicialización. Un ejemplo concreto es la página de Configuración del navegador, que antes tardaba 0,394 segundos en abrirse y ahora lo hace en apenas 0,034 segundos, una mejora de casi un 1.000 %.
Además del núcleo del navegador, funciones como Read Aloud, pantalla dividida, Workspaces y otras utilidades también se benefician de esta renovación. Microsoft no se detiene aquí: se espera que en los próximos meses se apliquen optimizaciones adicionales a características como Extensiones y Vista previa de impresión, reforzando aún más la sensación de fluidez general.
Conclusiones
Con estas mejoras, Microsoft Edge se consolida no solo como una alternativa seria a Chrome o Firefox, sino como un navegador capaz de ofrecer una experiencia de navegación ágil, moderna y centrada en el usuario. La migración a WebUI 2.0 no es solo una mejora técnica: es un cambio de paradigma en cómo interactuamos con la web.













Gracias