En las últimas semanas, el mundo de la moda y la publicidad se ha visto envuelto en una controversia inesperada. American Eagle lanzó una serie de anuncios protagonizados por la actriz Sydney Sweeney, y uno de ellos desató un intenso debate en redes sociales. ¿La razón? Una aparente alusión a conceptos asociados con la eugenesia, ideología históricamente vinculada a teorías racistas y al nazismo.
En el spot en cuestión, la cámara recorre de abajo hacia arriba mientras Sweeney comenta: “Genes are passed down from parents to offspring… My jeans are blue”. Un juego de palabras inofensivo para algunos, pero que otros interpretaron como una referencia a “buenos genes” y a estereotipos de supremacía blanca, dadas las características físicas de la actriz: cabello rubio y ojos azules.
Sydney Sweeney y la falsa disculpa que engañó a miles
A raíz de la polémica, comenzó a circular en X/Twitter y Facebook una supuesta disculpa oficial de American Eagle. El texto, cargado de humor y referencias al físico de Sweeney, no provenía de la marca, sino de un creador de contenido llamado Karim Jovian. Sin embargo, fue compartido por múltiples cuentas como si fuera real, acumulando cientos de miles de visualizaciones.
American Eagle no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto. Fuentes cercanas a la campaña declararon a TMZ que la empresa no considera que exista un problema y que la repercusión en redes no refleja la opinión de sus clientes. Además, parte de las ventas de la colección se destinan a la prevención de la violencia doméstica.
La polémica a fondo
El caso pone sobre la mesa un tema más amplio: el posible retroceso en la diversidad de las campañas publicitarias. Expertos en marketing señalan que, en los últimos meses, se han visto más anuncios con modelos blancos, lo que podría indicar un cambio de tendencia. No obstante, American Eagle mantiene en su historial ejemplos de inclusión, como el lanzamiento de un hiyab de mezclilla en 2017 o las campañas corporales inclusivas de su marca Aerie.
La polémica en torno a Sydney Sweeney y American Eagle demuestra cómo, en la era digital, un mensaje puede ser interpretado de formas radicalmente opuestas y amplificado por la viralidad, incluso cuando las intenciones originales parecen distantes de la controversia generada.













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