El próximo 14 de octubre de 2025 podría marcar un hito en la historia de la privacidad digital en Europa. Ese día, bajo la presidencia rotatoria de Dinamarca, el Consejo de la Unión Europea debatirá y votará la reactivada propuesta “Chat Control” o CSAR, una normativa que obligaría al escaneo sistemático de todos los mensajes, incluso aquellos protegidos por cifrado de extremo a extremo.
La medida se presenta oficialmente como un mecanismo para combatir la difusión de material de abuso infantil. Sin embargo, críticos, expertos en ciberseguridad y organizaciones defensoras de los derechos digitales advierten que su alcance real podría ir mucho más allá, sentando las bases para una vigilancia masiva y debilitando la infraestructura de privacidad en la red.
Unión Europea podría escanear todos tus chats el 14 de octubre
Aunque el objetivo declarado es loable, el método propuesto inquieta: el llamado client-side scanning. Este sistema analiza el contenido de chats, fotos y archivos directamente en el dispositivo del usuario antes de que se cifren. En la práctica, esto supone introducir un punto de inspección que, según especialistas, abre la puerta a vulnerabilidades, falsos positivos y posibles abusos de poder. Algunos estudios estiman que hasta un 80 % de las detecciones podrían ser erróneas, lo que derivaría en denuncias injustas y sobrecarga judicial.
El debate es especialmente intenso en Alemania, país que todavía no ha definido su postura. Su voto será crucial, ya que varios Estados miembros que antes se oponían ahora se muestran indecisos, lo que podría dar luz verde a la aprobación este otoño.
Un precedente global en juego
La implementación del Chat Control afectaría directamente a plataformas como WhatsApp, Telegram, Signal o iMessage, forzándolas a modificar o debilitar sus sistemas de cifrado. Además, sentaría un precedente legal que otros gobiernos podrían imitar, trasladando el control y la supervisión del ámbito penal a un escenario de monitoreo preventivo generalizado.
Si bien la Comisión Europea y ciertos defensores de la protección infantil consideran que las medidas actuales son insuficientes, organismos como el Supervisor Europeo de Protección de Datos alertan que esta propuesta erosiona derechos fundamentales como la libertad de expresión y el secreto de las comunicaciones.
El 14 de octubre no solo se votará una ley: se decidirá el modelo de Internet que queremos en Europa.













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