Amazon ha dado un paso decisivo en su ambicioso proyecto espacial. El servicio de internet por satélite, conocido durante años como Project Kuiper, ya tiene nombre oficial: Amazon Leo. Este bautizo marca el inicio de su despliegue comercial, acompañado de una web dedicada y un sistema de lista de espera para quienes quieran ser de los primeros en contratarlo. La compañía se prepara así para competir de tú a tú con la propuesta más asentada del sector.
El lanzamiento viene acompañado de una oferta estructurada en tres niveles: Leo Nano, Leo Pro y Leo Ultra, cada uno asociado a una antena distinta y pensado para diferentes necesidades. La idea es abarcar desde usuarios en movilidad hasta hogares, negocios o clientes que necesitan un ancho de banda muy superior.
El modelo Amazon Leo Nano es la opción más portátil y económica. Su antena cuadrada de solo 180 x 180 mm y 1 kg de peso está diseñada para llevarla a cualquier parte. Promete velocidades cercanas a los 100 Mbps, con una propuesta que rivaliza directamente con las soluciones compactas del mercado. En este segmento, el factor precio será determinante, especialmente si Amazon decide igualar las ofertas que permiten acceder a la antena sin coste inicial con permanencia.
El siguiente paso lo marca Amazon Leo Pro, la antena destinada a hogares, empresas o segundas residencias. Con un tamaño de 280 x 280 mm y un peso de 2,4 kg, eleva la velocidad hasta los 400 Mbps, convirtiéndose en una alternativa real a conexiones fijas tradicionales. La clave será cómo se estructure el precio mensual y si la compañía optará también por subvencionar el hardware.
El nivel más ambicioso es Amazon Leo Ultra, que emplea una antena de 510 x 760 mm capaz de alcanzar hasta 1 Gbps. Este plan está orientado a usos profesionales, grandes propiedades, negocios con necesidades de alta demanda o entornos aislados que requieren un ancho de banda equiparable al de una conexión terrestre de alta gama.
Aunque Amazon Leo ya tiene presencia operativa en España y cuenta incluso con una estación terrestre en Santander para enlazar con su red, quedan dos incógnitas cruciales: la autorización definitiva para conectar las antenas con los satélites y, sobre todo, los precios. Si Amazon busca entrar con fuerza, deberá plantear tarifas competitivas y mecanismos de acceso al hardware que no supongan una barrera económica.
La compañía ya ha confirmado que ofrecerá planes para particulares, empresas e incluso administraciones públicas, con la promesa de garantizar conectividad segura para servicios críticos. Con este enfoque, Amazon Leo se perfila como uno de los competidores más serios que desembarcarán en el mercado de internet por satélite.













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