Internet volvió a demostrar lo frágil que puede llegar a ser cuando un proveedor crítico sufre una incidencia. Una importante caída de Cloudflare dejó fuera de servicio a algunas de las plataformas más populares del mundo, desde redes sociales hasta aplicaciones de inteligencia artificial y servicios de streaming. La interrupción, que comenzó de forma abrupta, se debió a fallos internos en los centros de datos de Cloudflare, generando errores HTTP 500 en millones de usuarios.
Durante los primeros minutos de la caída, el denominador común en casi todas las páginas afectadas era el mismo mensaje: el servidor original estaba operativo, pero Cloudflare no podía acceder a él. Esto confirmaba que la incidencia no procedía de cada servicio individual, sino de la propia infraestructura de la compañía.
X, ChatGPT, Spotify, Uber, Zoom y decenas de servicios afectados
La magnitud del fallo fue notable. Plataformas como X, ChatGPT, Claude, Perplexity, Canva y numerosos diarios digitales quedaron inaccesibles. Incluso videojuegos online como Valorant y League of Legends sufrieron interrupciones en sus servicios. Aplicaciones de transporte, música y servicios empresariales —Uber, Spotify, Zoom, Square— tampoco escaparon al efecto dominó.
Lo llamativo es que incluso los sitios de monitorización de fallos, que suelen servir para verificar este tipo de incidentes, también se vieron afectados. Downdetector dejó de funcionar porque utiliza la infraestructura de Cloudflare, incluyendo el dominio encargado de los desafíos de seguridad, que también quedó inaccesible.
Qué ocurrió realmente: el fallo en los centros de datos
Los primeros reportes apuntaron a problemas en varios centros de datos clave en regiones como Mumbai, Chennai, Nueva Delhi y Frankfurt. Los mensajes de error confirmaban que la infraestructura regional había dejado de responder, provocando la imposibilidad de canalizar el tráfico hacia los servidores de origen.
Cloudflare reconoció rápidamente la incidencia e indicó que estaba analizando el impacto completo mientras desplegaba medidas de mitigación. El problema se tradujo en un aumento masivo de errores de tipo 500, que indican fallos internos de servidor.
Actualización: Cloudflare afirma que el servicio se ha restaurado parcialmente
Poco después, la compañía publicó un aviso informando de que el origen del problema había sido identificado y corregido. Pese a ello, advertía que algunos servicios podrían seguir mostrando tasas de error superiores a lo normal mientras la red global se estabilizaba.
Este tipo de procesos de recuperación pueden extenderse durante minutos u horas, especialmente cuando la caída afecta a varios nodos críticos que manejan millones de solicitudes por segundo.
Un recordatorio de la dependencia del ecosistema digital
Aunque no es el primer incidente de este calibre —este mismo año un gran fallo en AWS dejó sin servicio a cientos de plataformas—, la caída de Cloudflare destaca por su escala e impacto transversal. Empresas grandes y pequeñas dependen de su red para enrutar tráfico, bloquear ataques y acelerar el acceso de sus usuarios; cuando ese eslabón falla, la interrupción se propaga en cuestión de segundos.
Este nuevo incidente dejará lecciones en materia de redundancia, resiliencia y distribución de cargas, especialmente ahora que la demanda digital continua creciendo y los servicios de IA añaden presión adicional a las infraestructuras.













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