Durante años, la batalla por el liderazgo en tecnologías de reconstrucción de imagen ha estado dominada por NVIDIA. Sus versiones iniciales de DLSS no impresionaron, pero a partir de DLSS 2 se estableció un nuevo estándar. Con DLSS 3 y su generación de fotogramas, la compañía marcó una diferencia notable, y DLSS 4 consolidó ese dominio con un salto de calidad impulsado por modelos Transformer.
AMD, por su parte, avanzó con FSR 4, una mejora significativa aunque aún por detrás del refinamiento de DLSS. Sin embargo, la llegada de FSR Redstone cambia el tablero por completo. Aunque no se había anunciado de manera formal, su debut acaba de materializarse en uno de los lanzamientos más esperados del año: Call of Duty: Black Ops 7.
La integración de esta tecnología no ha llegado como un paquete completo, sino en forma de su pieza más disruptiva: Ray Regeneration, una solución destinada a competir directamente con la reconstrucción de rayos de la competencia.
Ray Regeneration: el desenoiser inteligente que transforma el Ray Tracing
Ray Tracing es espectacular, pero también ruidoso y costoso. La promesa de Ray Regeneration es poner fin a ese problema mediante un enfoque basado en aprendizaje automático. En términos prácticos, la tecnología toma el trazado de rayos con ruido y lo convierte en una iluminación y reflejos mucho más precisos, eliminando artefactos sin devorar el rendimiento del sistema.
En Black Ops 7, la opción aparece integrada dentro del apartado de reflejos con Ray Tracing. Su funcionamiento recuerda a un denoiser avanzado, pero con una particularidad esencial: está impulsado por un modelo entrenado específicamente para interpretar la escena en tiempo real y reconstruirla de forma más fiel y estable.
El resultado esperado es una imagen más limpia, detallada y fluida, especialmente en escenas con iluminación compleja. Aunque no se han mostrado cifras oficiales de rendimiento, la promesa es clara: más calidad sin sacrificar velocidad.
Un paso decisivo para AMD en su competencia con NVIDIA
La llegada de FSR Redstone supone un antes y un después para AMD. No se trata ya solo de escalar la imagen, sino de abordar funciones gráficas avanzadas históricamente asociadas a soluciones propietarias. La introducción de Ray Regeneration indica que la marca está apostando por tecnologías impulsadas por redes neuronales para igualar —e incluso superar— lo que antes parecía territorio exclusivo de la competencia.
Este primer paso llega acompañado de compatibilidad con las Radeon RX 9000, lo que implica que la nueva generación gráfica de AMD fue diseñada desde el principio para aprovechar estas funciones.
Un lanzamiento que marca un camino para 2025
Call of Duty: Black Ops 7 se convierte así en el primer gran título del mercado en implementar una pieza clave del ecosistema Redstone. No es la suite completa, pero sí la demostración más contundente hasta la fecha de lo que AMD ha estado preparando para este ciclo tecnológico.
Con Ray Regeneration disponible desde el lanzamiento del juego y más tecnologías de FSR Redstone previstas para el futuro, 2025 apunta a ser un año en el que la competencia gráfica se intensificará como no lo hacía desde los primeros tiempos del Ray Tracing.













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