Sony ha despejado cualquier duda: la PlayStation 5 aún está lejos del final de su vida útil. En un momento en el que comienzan a surgir los primeros rumores sobre la PS6, la compañía japonesa ha querido dejar claro que su actual consola, junto con la PS5 Pro, sigue siendo el núcleo de su estrategia de hardware.
Durante la última presentación de resultados, Lin Tao, directora financiera de Sony Group Corporation, confirmó que la consola “se encuentra en la mitad de su ciclo de vida” y que existen “millones de usuarios activos disfrutando de ella”. Esto implica que la PS5 podría mantenerse vigente al menos hasta 2030, una noticia excelente para los jugadores y también para los desarrolladores que continúan apostando por esta generación.
Un ciclo más largo y sostenible
Si la PS5 se lanzó en 2020 y Sony asegura que ahora está justo en su ecuador, el cálculo es claro: la compañía planea un ciclo de vida de unos diez años. Este enfoque prolongado demuestra que Sony quiere consolidar la plataforma, no reemplazarla rápidamente.
Además, esta estrategia encaja con la tendencia actual del mercado: saltos tecnológicos más graduales y revisiones intermedias. La PS5 Slim y el dispositivo portátil PlayStation Portal son ejemplos de cómo la empresa diversifica sin abandonar la generación.
Lejos de reducir la producción o frenar el desarrollo, Sony continúa expandiendo el ecosistema PS5, lo que sugiere que el soporte y las nuevas entregas seguirán girando en torno a esta consola durante muchos años más.
Una apuesta por la estabilidad y la rentabilidad
La comparación con la PS4 es inevitable. Aquel modelo vivió un ciclo de más de siete años, y su soporte se mantuvo incluso tras el lanzamiento de PS5. Sony parece querer repetir esa fórmula de éxito, priorizando la estabilidad y la rentabilidad a largo plazo.
Las ventas, además, respaldan esta decisión: la compañía ya ha superado los 84 millones de unidades vendidas, consolidando a PS5 como una de las consolas más exitosas de la historia reciente.
En definitiva, el mensaje de Sony es claro: no hay prisa por una PS6. La PS5 y PS5 Pro todavía tienen mucho recorrido por delante, tanto en soporte como en lanzamientos exclusivos. Y si las previsiones se cumplen, llegaremos a 2030 con una PS5 aún viva, madura y completamente optimizada, marcando un nuevo estándar en la longevidad de las consolas modernas.













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