Investigadores australianos de la Universidad de Flinders han creado un sistema que posibilita la comunicación entre dos teléfonos móviles a pesar de estar fuera de cobertura. Este hito se ha conseguido empleando la tecnología inalámbrica Wi-Fi -que muchos terminales ya incorporan- y una pequeña torre de repetición de ondas creada a partir de transmisores para poder enviar y recibir la señal inalámbrica.
Los investigadores han realizado pruebas en el desierto de Australia del Sur, a 100 km del último punto donde hay cobertura, y han dado resultados satisfactorios a una distancia de unos cien metros entre los dos teléfonos móviles.
Por lo tanto, estamos hablando de una tecnología que está aún muy verde, que acaba de dar a luz, pero que probablemente con el paso del tiempo y de mayores investigaciones podrá ser bastante útil. La calidad de la señal no es buena, pero los investigadores confían en poder mejorar la misma así como conseguir un mayor alcance.