Muchos se han convertido en testigos de primera fila al ver su valioso iPhone caer de sus bolsillos y desmoronarse frente a sus ojos en cuestión de segundos. Pero se sorprenderán de esta historia al ver que no siempre las caídas de móviles tienen un triste final.
El cuento aéreo inicia cuando el supervisor de paracaidistas de combate Ron Walker, realizaba un chequeo del avión en que se encontraba para observar si se contaba con las perfectas condiciones para que el equipo paracaidista saltase del vehículo en unas rutina de entrenamiento. Al asomarse al vacío, el bolsillo del desafortunado supervisor se rompe debido a las altas velocidades del avión (150 mph) y el choque roce con el viento, lo que causó que su preciado iPhone volase por los aires cayendo desde una altura de 1000 pies (3048 metros) y estrellándose contra el suelo.
Cuando el móvil tocó tierra un observador fue en busca del mismo avisando de antemano que el Iphone no había sobrevivido ya que tal caída lo iba a dejar destrozado, por suerte el personaje accedió a buscarlo por medio de My iPhone App, y para sorpresa del él, el teléfono fue ubicado en el mapa en una zona boscosa a dos millas de distancia de la zona de vuelo, de manera inmediata fueron a recogerlo e increíblemente estaba en perfectas condiciones, como si nada le hubiese pasado, sin ralladuras ni golpes ¿El secreto? Una fuerte carcasa Griffin Motif que acompañó al iPhone en su mala imitación de pájaro, aunque otros dicen que la causa más probable de su salvación fue el roce de las hojas que frenaron un poco su caída, Tal vez fue pura suerte, todo depende del punto de vista de cada quién.
De algo si se puede estar seguro, la mala calidad de ese bolsillo fue la causante de todo el susto que llevó este pobre y afortunado soldado.