Documentos que acaban de ser desclasificados muestran que los Estados Unidos tenían planes en 1959 para construir una base de espionaje en la luna desde la que podía lanzarse armas nucleares.
La idea de hacer pruebas nucleares en la Luna fue propuesta originalmente por el centro militar norteamericano para armas especiales de Kirkland, Nuevo México, en 1959, es decir, 10 años antes que Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaran el suelo de la luna. Estos datos se incluyen en un documento clasificado como secreto y ahora se ha hecho público, en el marco del 45 aniversario de la llegada del hombre a la luna.
El denominado «Proyecto Horizonte», era un informe de más de 100 páginas que revela los planes Pentágono, el resultado de la presión ejercida por la Fuerza Aérea y el Ejército para construir un sistema de vigilancia que estaría ubicado en la Luna y serviría para observar la Tierra. Una de las ideas detrás del proyecto era que los Estados Unidos pudieran lanzar ofensivas desde la superficie lunar hacia la Tierra.
De acuerdo con un estudio realizado en abril de 1960 por las fuerzas armadas americanas, esta base lunar debería estar en funcionamiento en junio de 1969. Pero antes de eso, en junio de 1959 (tan sólo ocho meses después de la NASA fue creada), la Fuerza Aérea estaba realizando un estudio sobre la posibilidad de crear un proyecto con fines científicos y militares en torno al desarrollo de armas nucleares. En la práctica, este ejercicio serviría para determinar la capacidad de crear armas nucleares en la guerra espacial.
Además de esta historia algo peculiar en torno a la conquista espacial y la posible colonización de la luna, la guerra fría que enfrentaba en esa época a los Estados Unidos con la Unión Soviética tuvo otra historia peculiar que se relata en un informe titulado «el rapto del Lunik» y que explicaba como los EE.UU. robaron y mas tarde devolvieron la cápsula espacial Lunik a la Unión Soviética con el objetivo de conocer las capacidades espaciales de los soviéticos durante la Guerra fría.
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