Los rumores apuntan a que a lo largo de este año aparecerá una PlayStation 4.5.
En la batalla por la nueva generación de consolas por ahora hay un vencedor, Sony, que ya ha vendido la friolera de 36 millones de unidades de su PlayStation 4, frente a los 19 millones de unidades que, según las últimas informaciones, estaría en manos de su rival Microsoft con su consola Xbox One. Los ocho años de duración hasta su renovación serán demasiado largos para una época en la que la tecnología avanza rápidamente y a pasos agigantados, buscando una mayor potencia gráfica que, a día de hoy, parece estar cuestionada con estas máquinas.
Según desvelaba hace poco el medio especializado «Kotaku», el gigante japonés busca potenciar la incipiente tecnología de realidad virtual y, esta tarea, estaría dirigida a actualizar el hardware de su consola de sobremesa. la Playstation 4.5 ofrecerá soporte a la calidad gráfica 4K, aunque se desconoce si se tratará de una mera actualización de software o de una unidad de recambio. Sinceramente esperamos que sea una actualización de software, aunque todo parece indicar lo contrario, pues a los consumidores de las consolas PS4 lanzadas al mercado hasta ahora no nos haría ninguna gracia tener que vender y gastar más dinero en otra consola con mayores prestaciones, considerando el precio más que llamativo que la primera nos costó; si nos hicimos con ella de primera mano, claro está.
Esta nueva versión, dicen los expertos que incorporará una tarjeta gráfica de mayor potencia que el actual modelo y unas prestaciones técnicas más avanzadas. El objetivo es reproducir videojuegos a una resolución superior a los 1.080 p actuales. Haría, pues, frente a las exigencias requeridas por la tecnología de realidad virtual, cuyos primeros visores de alta gama (HTC Vive, Oculus Rift y PlayStation VR) llegarán al mercado a lo largo del presente año.
Todo lo que hemos descubierto posiciona a PlayStation 4K como una máquina capaz de reproducir todos los medios ultra HD actuales y futuros, siendo además compatible con otros aspectos de la especificación como 4K, como HDR (alto rango dinámico) o una mayor gama de colores – aspectos de la especificación 4K que también podrían introducirse en los juegos. Sin embargo, en términos de potencia de computación adicional debemos ser realistas con respecto a lo que Sony puede ofrecer en una actualización a mitad de generación.
PlayStation 4.5
Pero el quid de la cuestión viene a continuación: todo lo que hemos escuchado sugiere que esta consola se conecte a un televisor UHD. Siendo realistas, duplicar la potencia de la GPU respecto a la actual PS4 ya sería un logro considerable. Que eso se pueda meter en la carcasa de una consola… quizás ya sea demasiado optimista.
Para poner las cosas más difíciles está la necesidad de mejorar la arquitectura de memoria. Se necesitaría más memoria para funcionar bien a resolución 4K (con texturas de más calidad) pero, sobre todo, se requiere RAM más rápida para ajustarse a una GPU más potente. No tenemos muchas esperanzas de una gran mejora en este sentido, debido a los costes. Existen otras tecnologías rápidas -como HBM, por ejemplo- pero son demasiado caras y no están listas todavía para ser implementadas en una consola.
En conclusión, en 2017 las tecnologías de producción a 14/16nm deberían ser más maduras, lo cual permitiría el lanzamiento de una PlayStation significativamente más potente. Pero el ritmo de progreso tecnológico en PC no es tan rápido como en móviles, y fueron necesarios cuatro grandes saltos en tecnología de producción de chips para hacer posible el salto generacional entre PS3 y PS4. En 2017 sólo habrá un salto viable en tecnología de fabricación, con lo cual las expectativas deberían ser moderadas. Los juegos funcionando realmente a 4K serían pocos, así que no sabemos qué esperar a ciencia cierta de esta nueva consola, pues no sabemos si Sony llevará correctamente su estrategia de marketing para con los usuarios que ya tenían la anterior consola, ni la utilidad completa que nos ofrecerá esta nueva 4K.
Fuente: Eurogamer