La carga inalámbrica, ha estado presente en varios modelos populares de teléfonos y ocasionalmente en modelos de computadoras portátiles, y desde hace años las empresas fabricantes están tratando de imponerla en el segmento de los dispositivos móviles. Los cargadores inalámbricos siguen siendo protagonistas en varios lanzamientos en los últimos años en este terreno, y varios de los últimos modelos de dispositivos de gama alta cuentan con esta opción integrada.
El sistema carga inalámbrica tiene grandes ventajas que desde luego aportan comodidad, pero también tiene algunos inconvenientes
Entre los dispositivos adecuados para carga inalámbrica mas populares, están los Google Nexus 5 y Nexus 6, los Lumia 930 o 1520 o los Samsung Galaxy S6/Edge, pero además hay un buen número de dispositivos que a pesar de no integrar soporte para carga inalámbrica de serie, sí pueden ser cargados de esta forma gracias a carcasas que habilitan esa opción.
Belkin fue una de las primeras marcas en aparecer cuando Apple anunció la compatibilidad de sus nuevos iPhone 8, 8 Plus y X con la carga inalámbrica. Su base de carga es, junto con la de Mophie, la única certificada oficialmente por Apple , que se puede comprar en el Apple Store. Desde ese momento las bases de carga inalámbrica, existentes desde hace ya varios años en el mercado, han cobrado una gran popularidad. En CES 2018, se han exhibido nuevos productos en esta categoría que saldrán al mercado este año, algunos incluyen un buen número de accesorios relacionados en su totalidad con la carga inalámbrica.
El primero de todos es una base de Belkin que servirá para recargar dos dispositivos de forma simultánea, con dos discos de carga con una potencia de hasta 10W cada uno y que será la solución perfecta para muchos hogares donde hay dos iPhone que recargar a diario. Es muy similar a la base AirPower de Apple que aún no está a la venta y que además será bastante más cara casi con total seguridad.
Entre las compañias que luchan por popularizar esta alternativa en el mercado, esta la Power Matters Alliance (PMA) y la (Alliance for Wireless Power, A4WP) . El principio tecnológico de esta última es ligeramente distinto, y su tecnología Rezence de carga por resonancia magnética, que es algo menos eficiente, pero a cambio permite disponer de superficies de carga que pueden cargar varios dispositivos a la vez sin que estos tengan que estar colocados en una posición concreta para lograr la máxima eficiencia en esa recarga. En cambio, el estándar PMA se basa como el Qi en la carga por inducción, y esa es la razón de que por ejemplo el citado Galaxy S6 sea compatible tanto con cargadores Qi como con cargadores PMA.
La base de carga inalábrica dispone de una bobina de inducción para crear un campo electromagnético que es aprovechado por el dispositivo receptor -nuestro smartphone, que también contará con una bobina de inducción- para recibir esa energía del campo electrómagnético y convertirla en corriente eléctrica para recargar la batería.
La principal desventaja es la eficiencia, bastante inferior a la que tienen los dispositivos de carga directa. Los dispositivos tardan mas tiempo en cargarse, algo más del doble. En el caso de Qi, la carga se realiza a través de frecuencias muy altas y es necesario que el dispositivo esté casi literalmente pegado al cargador para lograr la mayor eficiencia, además de tener que estar colocado justo en el sitio adecuado para recibir esa carga correctamente.
En las últimas revisiones de estas tecnologías se tratan de minimizar esta y otras desventajas con el uso de bobinas ultradelgadas o de frecuencias más altas de trabajo, un intento por animar el mercado.