Las plataformas de pago instantáneo como Bizum han transformado la forma en la que enviamos y recibimos dinero. Sin embargo, este avance tecnológico también ha abierto la puerta a situaciones inesperadas con serias consecuencias legales. Recientemente, la Policía Nacional ha lanzado una advertencia clara: si recibes un Bizum por error y decides no devolverlo, podrías estar cometiendo un delito penal.
¿Apropiación indebida por un Bizum erróneo?
Lo que muchos consideran una simple equivocación sin mayores consecuencias, en realidad, puede encajar dentro del delito de apropiación indebida, tipificado en los artículos 253 y 254 del Código Penal español. Este delito se configura cuando alguien se queda con dinero —o cualquier bien mueble— que le ha sido entregado por error, con la obligación de devolverlo, y en su lugar decide apropiárselo.
El matiz legal es claro: no es necesario un contrato previo entre el remitente y el receptor, basta con que haya un perjuicio y una voluntad manifiesta de no devolver lo recibido. Así lo explica el abogado penalista Jordi Aguilar, quien añade que el uso parcial o total del dinero recibido por error puede interpretarse como una clara intención de apropiación.
Multas, prisión y antecedentes penales
La gravedad de las consecuencias varía en función del importe del Bizum. Si la cantidad no supera los 400 euros, la conducta se considera delito leve y puede sancionarse con una multa de entre uno y tres meses. Pero si supera ese umbral, las penas pueden oscilar entre seis meses y tres años de cárcel. En los casos más graves, con daños económicos superiores a 50.000 euros o relaciones de confianza rotas, la pena puede ascender hasta los seis años de prisión.
El caso de un empresario en Alicante ilustra este riesgo: recibió más de 300.000 euros por error y se negó a devolverlos. Fue procesado por la Fiscalía y condenado a tres años y medio de prisión por apropiación indebida agravada.
¿Qué debes hacer si te llega un Bizum por error?
Lo correcto, según recomiendan tanto la Policía como expertos legales, es no tocar el dinero y contactar de inmediato con el banco o, si es posible, con el remitente. Cualquier uso del importe recibido —aunque sea momentáneo— puede servir como prueba de la intención de apropiarse del dinero. La buena fe, en este contexto, no solo es deseable: es fundamental para evitar problemas judiciales.
La comodidad del pago instantáneo no exime de responsabilidad. En tiempos donde las transferencias son tan rápidas como un clic, actuar con transparencia y responsabilidad sigue siendo esencial. Un Bizum por error no es un regalo: ignorarlo o aprovecharlo podría salirte muy caro.
Gracias