El próximo 7 de julio marcará un punto de inflexión en el ecosistema Android. Google ha confirmado la integración total de Google Gemini en dispositivos móviles, una decisión que posiciona a su inteligencia artificial generativa en el núcleo de las aplicaciones más sensibles del usuario: Mensajes, Teléfono y WhatsApp. La noticia no ha tardado en despertar inquietudes sobre la privacidad y el alcance real de esta tecnología.
Google Gemini accede a WhatsApp, llamadas y mensajes en Android desde el 7 de julio
Desde su debut, Gemini ha pasado por una evolución vertiginosa. Tras el fallido intento con Bard, Google reaccionó con firmeza para presentar un modelo competitivo que pudiera rivalizar con GPT-4. Así nacieron variantes como Gemini 2.5 Flash, Flash-Lite y Pro, que hoy ya se utilizan en una amplia gama de dispositivos móviles. La transición ha sido tan rápida que muchos smartphones actuales han sustituido por completo al antiguo Asistente de Google por este nuevo agente conversacional.
A partir de julio, Gemini podrá enviar mensajes y realizar llamadas directamente desde las aplicaciones sin necesidad de intervención humana, actuando como un asistente proactivo. Aunque Google asegura que el acceso está limitado —en WhatsApp, por ejemplo, la IA no podrá leer mensajes, ver contenido multimedia ni responder notificaciones—, la posibilidad de que Gemini interactúe con estas apps plantea serios cuestionamientos sobre la frontera entre utilidad y control.
La privacidad en la cuerda floja
Google permitirá desactivar ciertos permisos de Gemini desde el menú de configuración, lo cual ofrece cierto grado de personalización. Sin embargo, incluso con estas opciones limitadas, no será posible bloquear completamente la interacción de la IA con las apps. Además, toda actividad realizada a través de Gemini podrá almacenarse durante 72 horas, supuestamente con fines de seguridad.

El hecho de que una IA tenga potestad para acceder a canales tan privados como las llamadas y los mensajes, incluso con WhatsApp desactivado, abre un debate inevitable: ¿estamos cediendo demasiado control en nombre de la automatización?
Un futuro inevitable pero cuestionado y no sólo de mano de Google Gemini
Google no es la única gran tecnológica que apuesta por la integración total de la IA en sus sistemas. Apple, con iOS 18, también ha dado señales claras en esa dirección. Sin embargo, el caso de Android y Gemini es especialmente delicado por su profundo acceso al sistema operativo y a datos del usuario. La promesa de mayor eficiencia y comodidad deberá enfrentarse ahora a la necesidad de mantener un equilibrio saludable con el derecho a la privacidad.
Con el 7 de julio a la vuelta de la esquina, los usuarios de Android tendrán que decidir si confían en la promesa de Google o si toman medidas para limitar, en lo posible, el alcance de esta IA omnipresente. Lo que está claro es que Gemini ha llegado para quedarse y redefine, desde ya, cómo nos relacionamos con nuestros propios dispositivos.
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