La exploración de los diversos rincones más extremos de nuestro planeta nos suele ofrecer imágenes de una belleza increíble, pero además suele ser el origen de muchas interesantes historias, historias que por desgracia en ocasiones suelen caer en el olvido.
Hoy queríamos rescatar una de estas historias curiosas, la de uno de los últimos gigantes mecánicos del hielo, el Antarctic Snow Cruiser.
El Antarctic Snow Cruiser que podríamos traducir como El crucero de nieve Antártico fue un vehículo construido en la década de 1930 y diseñado por un grupo de ingenieros dirigido por Thomas C. Poulter. La meta de este vehículo era la de ser una herramienta importante en la exploración de la Antártida.
En el año 1939, y gracias al apoyo de la fundación para la que trabajaba Poulter, comenzó el viaje de este enorme engendro mecánico a través de Norteamérica. Como ya os hemos mencionado el objetivo del desarrollo de este vehículo era el de proporcionar a las expediciones antárticas de los Estados Unidos un vehículo explorador con el que pudieran conquistar el continente helado y sobre el papel el Antarctic Snow Cruiser, o pingüino como se lo conocía coloquialmente, tenía todo lo necesario para triunfar.
En su viaje a través de Norteamérica recorrió cerca de 1.600 kilómetros, lo que le sirvió a sus constructores como primera toma de contacto para conocer como el vehículo se comportaba sobre el terreno. Y fue un viaje que no estuvo exento de averías e incidentes. Pero pese a las mismas fue finalmente embarcado en el puerto de Boston en un barco que pondría rumbo hacia su destino final…la Antártida.
Su llegada al continente blanco marco el principio del fin del Antarctic Snow Cruiser. Uno de los primeros problemas a los que se tuvieron que enfrentar sus diseñadores fue el sacarlo del barco que lo transportaba. Un problema no precisamente pequeño teniendo en cuenta las dimensiones del mismo. Para lograrlo se construyó una rampa especial, pero esto no evito que sufriera algunos desperfectos durante su descenso a tierra… Pero una vez pisó suelo empezaron los verdaderos problemas.
En una decisión que ahora nos parece realmente extraña, los diseñadores del Antarctic Snow Cruiser decidieron dotar al mismo de ruedas lisas, lo que provocó que estas patinaran sobre el hielo. Para solucionar este inconveniente no tuvieron más remedio que utilizar la marcha atrás (ya que esta marcha se conseguía una mejor tracción).
Ya podéis imaginaros como sería circular en semejante monstruo marcha atrás, con las ruedas patinando sobre el hielo y si prácticamente ver por donde iba…Pese a las dificultades el «pinguino» se las apaño para llevar a sus ocupantes a través de muchos kilómetros. Viaje que aprovecharon los científicos que componían la expedición para realizar todo tipo de experimentos. Desde tomar muestras de hielo, a realizar mediciones de todo tipo.
Pero como ya os mencionamos al comienzo, esta era una expedición destinada al fracaso…ya que el comienzo de la expedición coincidió con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Era una fecha en la que los recursos del EEUU no podían destinarse a otras tareas que no fueran las de la guerra…lo que precipitó el fin de esta expedición Antártica.
De esa manera el Antarctic Snow Cruiser quedó varado relativamente cerca de lo que debería haber sido su campamento base…y allí quedó, atrapado en el hielo y olvidado por todos….o casi todos.
El Antarctic Snow Cruiser era un vehículo demasiado peculiar, como para que todo el mundo olvidara su existencia, y algunos años después de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1958, se realizó un segunda misión cuyo objetivo era el de devolverlo a la vida y conseguir que este gigante volviera a recorrer el suelo Antártico.
Esta segunda expedición llegó a encontrar al Antarctic Snow Cruiser y consiguió desenterrarlo del hielo…pero la historia parece que se complicó porque poco más se sabe de él y desapareció completamente.
Las historias sobre su desaparición son numerosas y van desde que un grupo de rusos se hicieron con el vehículo para «robar secretos industriales» o simplemente para fastidiar a los americanos (recordad que en aquella época estábamos en plena guerra fría), hasta que fue arrojado al océano o que se encuentra sepultada bajo el hielo.
Y hablando del hielo…debemos recordar que el hielo de la Antártida está en constante movimiento. La plataforma de hielo existente sobre el continente Antártico se mueve de manera constantemente hacia el mar. A mediados de la década de 1960, una gran parte de la plataforma de hielo de Ross se rompió y se alejó del continente; la ruptura se produjo a través de una zona conocida como Little America….zona que se encontraba muy cerca de donde se localizó el vehículo. Y no se sabe exactamente a qué lado de la plataforma de hielo se encontraba el Antarctic Snow Cruiser, por lo que ahora mismo bien podría encontrarse sumergido bajo el mar como sepultado bajo un manto de hielo y nieve.
Puede que nunca llevemos a saber lo que ocurrió realmente con el Antarctic Snow Cruiser….pero siempre estará presente en la historia de la conquista del continente Antártico.
Os dejamos con algunas imágenes más de este impresionante vehículo…
Fuentes: [Alpoma] [Biblioteca Pleyades] [Pullman Museum] [Source] [thelivingmoon]
Saludos desde lo más profundo de los bytes.