La Autoridad Monetaria de Singapur (MAS por sus siglas en inglés) ,dijo en un comunicado oficial que le preocupa que «miembros del público puedan verse atraídos para invertir en criptomonedas, como el bitcoin, debido a las recientes escaladas de sus valorizaciones». Esta escalada del bitcoin ha multiplicado por 17 su valor en lo que va de año. El aumento de los precios de bitcoin no tiene sentido, nadie lo entiende, lo que, por el momento es riesgoso para todos los bolsillos.
En su esencia, el bitcoin no está regulado, no depende de bancos ni está supervisado por instituciones gubernamentales.
Reguladores financieros globales están empezando a advertir al público sobre los riesgos de invertir en el bitcoin , un mercado que muchos perciben ha generado una burbuja especulativa, luego de que el martes el banco central de Singapur instó a la «extrema cautela» en torno a las operaciones con criptomonedas.
La Autoridad Monetaria de Singapur también manifestó sus temores respecto a que considera que el reciente incremento de los precios de las criptomonedas ha sido alentado por la especulación» y no existe basamento para proteger a los consumidores. Dan por sentado que los inversores deben asumir la responsabilidad y no esperar protección si pierden dinero por las dificultades de regular un mercado complejo, poco transparente y que no cuenta con una autoridad central. Indico que los inversores en criptomonedas deberían tener en cuenta el riesgo que representa perder todo su capital»
El lunes, el banco central de Dinamarca dijo que las inversiones en bitcoin eran «mortales» y advirtió al público de mantenerse alejado.
Un sondeo realizado por el Centro de Macroeconomía y el Centro de Investigación de Políticas Económicas mostró que la mayoría de los más influyentes economistas de Europa estaba a favor de aplicar más regulaciones al mercado, particularmente por la sospecha de que las criptomonedas facilitan la evasión fiscal y otras actividades criminales.
Comprar bitcoin ha dejado de ser una acción sólo de grandes inversores deseosos de ampliar sus fortunas para convertirse en un fenómeno en cadena, en el que se arriesgan incluso jóvenes de bajos ingresos que aspiran a sumarse a la escalada alcista de esta moneda virtual.
La participación de estos milennials en el furor por el bitcóin, que este viernes se cotizaba a más de US$ 17,600, ha llegado especialmente a través de la sencillez que brindan los teléfonos móviles, revisar las fluctuaciones a través de aplicaciones móviles como «Coinbase», que permite comprar y vender criptomonedas de forma sencilla,
La mayoría de ciudades tienen cajeros donde se pueden intercambiar bitcoines por dólares, y cada vez son más los regalos que para estas Navidades se pueden comprar con un monedero virtual.
Más allá de ser una operación especulativa, personas como el cubano Mario González, un microbiólogo en Miami de 44 años, están utilizando la criptomoneda para «resolver problemas de forma cómoda», como enviar dinero, sin comisiones, a su hija que vive en Europa.
Este furor traspasa generaciones, y ha hecho entrar también en esta rueda al español Adrià Izard, un comercial de 23 años residente en Miami, que considera que «se tiene que estar ahí porque pasará a la historia», aunque afirma que invirtió poco dinero «por si se pilla los dedos».