Las baterías de litio están muy presentes en nuestra vida, son muchos los dispositivos que las incluyen, desde smartphones hasta las sondas que enviamos a otros planetas…pasando por los coches eléctricos.
Este tipo de baterías nos ofrecen una gran versatilidad pero plantea algunos problemas de seguridad, y en ciertos momentos puede volverse hasta peligrosa. El último ejemplo de esto último lo podemos ver en el incendio desatado en Rentería a causa de la explosión de una batería de un patinete eléctrico.
Basta una pequeña perforación o un defecto de fabricación para tener riesgo de incendio o explosión, como quedó patente por los problemas que Samsung tuvo con las baterías Galaxy Note 7.
Pero este problema podría resolverse en un futuro cercano gracias el reciente descubrimiento de un proceso que «blinda» los elementos de las baterías en caso de impacto. Lo que permitiría la construcción de baterías de iones de litio más seguras.
En una batería de iones de litio actual, los elementos positivo y negativo están separados por una membrana de plástico muy fina. Si esta membrana está dañada, los dos elementos pueden entrar en contacto entre sí, lo que puede provocar un incendio.
Existen baterías de estado sólido que se utilizan, por ejemplo, en aplicaciones científicas por razones de seguridad, pero son muy caras y su aplicación en dispositivos de consumo obligaría a cambios profundos en los procesos de fabricación actuales.
Sin embargo, recientemente un equipo de la Universidad de Rochester y el Oak Ridge National Laboratory, desarrolló una forma barata y práctica de construir baterías de litio más seguras.
La inspiración para esta innovación viene de una sustancia llamada «oobleck«, una mezcla de almidón de maíz con agua, que fluye como un líquido, pero cuando se comprime se solidifica. Cuando se elimina la presión, esta sustancia vuelve a transformarse en un líquido.
El equipo de desarrollo ha creado un tipo de sílice con propiedades idénticas que puede utilizarse en lugar de la membrana plástica que existe en las baterías de litio. Gracias a esta sustancia cuando la batería sufre un golpe, esta sílice se endurece lo que impide que los elementos de la batería se toquen minimizando los riesgos de incendio.
La gran ventaja de esta nueva tecnología es que es barata y requiere muy pocos cambios en los métodos tradicionales de fabricación.
De acuerdo con Gabril Vieth, el responsable de este equipo, las aplicaciones iniciales de esta tecnología incluyen drones y llegarían hasta a los automóviles eléctricos.
A largo largo, el equipo quiere desarrollar una versión más grande de este tipo de baterías para aplicaciones militares.
Según Veith, en contextos militares, estas baterías hasta pueden servir como una forma de blindaje para soldados y al mismo tiempo permitirían reducir la carga que tienen de transportar.
Saludos desde lo más profundo de los bytes.