La polémica ha vuelto a tocarle a Samsung. De hecho, en este caso la compañía ha tenido que salir al paso por un vídeo, que vas a ver a continuación, en el que se la acusaba directamente de utilizar pantallas restauradas en los teléfonos que vende nuevos y como tope de gama. La cosa se hizo viral en internet, y las críticas comenzaron a caer por todos los canales. Lo cierto es que en este caso, a la empresa se le fue un poco de las manos, y aún no está demasiado claro de dónde salió el rumor y con qué intenciones se lanzó. Ninguna buena a favor de Samsung, eso desde luego.
Por lo general, cuando aparecen este tipo de bulos en internet, las empresas hacen caso omiso con tal de no darle demasiada credibilidad. Pero la estrategia no le sirvió a Samsung cuando el viral servía de base a varios diarios y medios para atacar a la coreana, que tampoco está pasando por su mejor momento en cuanto a ventas de teléfonos. En este caso, desmintieron del todo la información, asegurando que ellos utilizan para sus terminales topes de gama las pantallas nuevas, salidas de fábrica.
No es que haya nada de malo en utilizar pantallas restauradas. Ése no es el punto. El problema es hacerlo como norma, en uno de los terminales que no son precisamente económicos, y sin poner esto en conocimiento del usuario. Cuando un comprador adquiere uno de los terminales restaurados, no tiene problema en admitir que puede que alguno de los componentes se haya cambiado o el teléfono no esté nuevo. Pero paga menos por ello y es consciente de lo que compra. La acusación a Samsung era de no ser transparentes y aprovecharse en el coste. Según ellos, no es así. ¿Le crees? ¿O piensas que cuando el río suena, agua lleva?