Un nuevo modelo matemático que incorpora nuevos parámetros sugiere que hasta ahora los investigadores sólo han arañado una pequeña parte de la superficie en busca de una vida inteligente.
Una pregunta que puede permanecer sin respuesta, ya que la búsqueda de vida inteligente extraterrestre en un espacio infinitamente vasto es de una complejidad sin precedentes.
¿Estamos solos en el universo?
Puede que ya hayas oído hablar de la paradoja de Fermi. Este físico italiano se preguntó una vez por qué, cuando el Sol es mucho más joven que muchas estrellas de la galaxia, todavía no habíamos encontrado un rastro de civilización extraterrestre. Podemos pensar que los sistemas planetarios más antiguos podrían haber albergado formas de vida inteligentes… pero aún no hemos encontrado nada.
Un nuevo modelo matemático ideado por un grupo de investigadores añade un parámetro interesante a esta paradoja. Los investigadores se hicieron cargo del trabajo de Jill Tarter, ex directora de SETI (Search for Extra-Terrestrial Intelligence), quien también dijo en 2010 que las señales de vida inteligente podrían ser «comunes y obvias» en nuestra galaxia, pero que los astrónomos no podrían descubrirlas porque su investigación estaba incompleta.
Buscando la aguja en el pajar cósmico
Desarrollado por el astrofísico Jason Wright y sus colegas de la Universidad Estatal de Pensilvania, este nuevo modelo está construido alrededor de una esfera espacial de 8 dimensiones que abarca 33.000 años luz alrededor de la Tierra. Jason Wright considera esta gigantesca región como nuestro «pajar cósmico». Este modelo de ocho dimensiones integra no sólo el volumen del espacio tridimensional, sino también la gama de frecuencias de las señales potenciales, su tasa de repetición, polarización y modulación, la anchura de la banda de transmisión y la sensibilidad de las observaciones.
El tamaño increíblemente gigantesco de este «pajar cósmico» obviamente hace que la investigación de la vida alienígena sea extremadamente «lenta». Según los cálculos de los investigadores, todas las investigaciones realizadas hasta ahora habrían permitido analizar sólo 5,8 x 10-18, es decir, 0,00000000000000000000000000058% del volumen total del pajar.
Esta afirmación puede sugerir que nunca encontraremos un rastro de vida inteligente porque la investigación es tan pequeña en alcance, pero el equipo de investigación está confiado. Jill Tarter dijo: «Los nuevos telescopios y tecnologías como la inteligencia artificial ofrecen nuevas oportunidades para buscar más que nunca en este océano cósmico. Jason Wright piensa que «podríamos esperar encontrar un gran número de agujas» en esta bala de heno que todavía está casi inexplorada.
Saludos desde lo más profundo de los bytes.