El Google Pixel 10 Pro ha sido filtrado con un nivel de detalle inusual que permite adelantar prácticamente todo lo que este esperado modelo ofrecerá. Y aunque no supone una revolución en términos de diseño o prestaciones, sí encierra varios aspectos interesantes que consolidan la estrategia de Google en el mercado de los smartphones.
El principal atractivo del nuevo Pixel radica en su corazón: el SoC Tensor G5, diseñado por la propia Google y fabricado por TSMC en 3 nanómetros. Con una configuración de ocho núcleos (X4, A725 y A520), promete no solo un rendimiento superior, sino también una gestión más eficiente de la energía. Este salto técnico se traduce en un rendimiento más fluido y la inclusión de nuevas funciones basadas en inteligencia artificial, área en la que Google ha volcado grandes esfuerzos.
Google Pixel 10 Pro se filtra al completo
En el plano estético, las filtraciones indican que Google opta por la continuidad. Los cambios son mínimos: una isla de cámara algo más ancha, un marco más fino y un cristal trasero que acaricia los bordes del terminal. Nada rupturista, pero lo suficiente para refrescar el aspecto del dispositivo y dar una sensación de modernidad contenida. El modelo cazado en pruebas reales, identificado como DVT1.0, muestra un diseño prácticamente definitivo.

El hardware complementario tampoco sorprende, aunque sí resulta competitivo. Se habla de 16 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, ofreciendo una experiencia de usuario solvente. Las cámaras, sin grandes cambios respecto al Pixel 9 Pro, integran mejoras en la grabación de vídeo: 4K a 120 fps y 8K a 30 fps, asistidos por IA para una edición más intuitiva y rápida.
Otro punto clave es la fecha de presentación y disponibilidad. Según las filtraciones más recientes, la cita será el 13 de agosto, justo un año después del lanzamiento de sus predecesores. Google planea iniciar las reservas el mismo día de la presentación, con envíos a partir del 20 de agosto y la llegada oficial a las manos de los usuarios desde el 28 de agosto.
Conclusiones
En definitiva, el Google Pixel 10 Pro no busca deslumbrar con un diseño rompedor, sino consolidarse como un teléfono sólido, con un procesador de desarrollo propio que debería marcar diferencias en rendimiento e inteligencia artificial. Una estrategia clara para seguir plantando cara a Apple y Samsung, y que promete dar mucho que hablar en los próximos meses.
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